CHAPTER 12: I HAVE TO APOLOGIZE FOR FEELING

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Hola!!, bueno este episodio será narrado por Milo, pero me gustaría más que empatizaran con Alena y sus situación, así que les dejo esta canción que realmente creo que es lo que ella siente, sería una canción decídala de ella para ella.
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Milo

Alguien hizo que me despertara debido a los golpes a mi puerta repetidas veces, maldecí por abajo y tome una playera de mi closet antes de salir al encuentro de Dani que estaba parada frente a mi.

—Perdón, de verdad no te molestaría, pero..., hay una situación haya adentro—señaló el cuarto de Alena.

Hundí mis cejas—Si son problemas de chicas yo...dudo poder ayudar realmente—apunte.

Elle todo los ojos y tomo mi brazo para dirigirme a la habitación.

Cuando abrió la puerta pude ver el cuarto de Alena tal y como lo recordaba, analice el cuarto hasta que pude ver a dos bultos acostados en el piso.

Alena reía fuerte mientras Oliver hablaba entre sus risas, ambos se veían sudorosos y extremadamente divertidos.

—No se que mierda se metieron, pero llevan así media hora—Dani llego junto a mi.

La mire, ¿que se metieron algo dices?

—¿De que hablas? ¿Que hace el aquí?

—Llegó hace una hora, trajo el desayuno y luego entro aquí con nosotras, descuidé a Alena y cuando la vi ya estaba...bueno...así—Apuntó hacia los dos acostados en el piso.

—Le quite esto a Oliver—sacó una cajita plateado, al abrirla había al menos 3 cigarrillos, pero no era tabaco están envueltos de forma y material diferente, saqué uno de la carretilla y lo lleve a mi nariz.

—¿Marihuana?

—Pienso lo mismo—dijo mientras tomaba el cigarrillo de mi mano y lo volvía a poner en la cajetilla antes de cerrarla y ponerla lejos.

Mire de nuevo a los dos en el piso, no creo que ella lo hubiera probado a menos que se lo hayan ofrecido.

Este imbecil, ¿que le pasa?, ¿cada que llega a una nueva casa se pone siempre a drogar a todos?

Me dirigí hacia ellos y levanté a Oliver agarrándolo de su playera.

—Largo.

Su mirada que antes era divertida ahora estaba seria y parecía muy enojado al darse cuenta de quien era.

—¿Quien madres te crees?—con sus manos quito las mías de su ropa.

Pasó sus palmas para arreglar su camisa y me miro.

—¿Que hace este imbecil aquí?—rugió.

—Vivo aquí idiota y ¿no oíste lo que dije?, Largo.

Río y Alena hablo antes de que el pudiera.

—Vamos Milo, es divertido, mira hay una aluces muy bonitas en el techo—trato de llevarme al lugar donde antes estaba acostada pero solté mi brazo.

—¿Quieres que el se quede?—pregunte.

Ella miro a Oliver y después a mi.

Asintió.

Suspire y vi que en su pelo aún seguía un poco de lodo, moví mi mano y lo quite de su pelo despacio.

Ella sonrió, sus facciones se veían más relajadas y su frente cubierta de una delgada capa de sudor, sus ojos eran muy oscuros como para distinguir sus pupilas, pero supe que estarían tan dilatadas como las de Oliver.

ANOTHER LOVE STORYDonde viven las historias. Descúbrelo ahora