Sintió sus manos en las caderas y la presión que ejerció sobre ellas al apretarlas. Hizo amago de separarse y él se lo impidió acercándola aún más presionándola contra su cuerpo. Se giró con brusquedad y él al fin la dejó ir.
- ¿Qué crees que haces? – soltó alejándose y volviendo al privado en la parte superior a toda velocidad.
No era su estilo huir ni ponerse nerviosa de esa manera, ni alejarse del peligro tan fácilmente, pero todo su instinto le gritaba que pusiera tierra de por medio y mucha de ser posible de ese hombre. Solo el sentir sus manos la había hecho arder en llamas. Con dificultad se había podido retirar. Y por supuesto la había seguido ¿Por qué no se le había ocurrido que eso pasaría? Su cerebro declaraba retirada al tenerlo cerca. Le faltaba el aliento al haber subido a la carrera y para controlarse tomó el vaso con el trago que le habían llevado, no era un Diosa de la noche era un vodka con jugo de arándano. Dio un trago y se dio la vuelta para enfrentarlo. Lo vio arrugar el ceño ante el vaso en su mano y se acercó quitándoselo y tomando el resto que quedaba.
- Sola y bebiendo. Cualquier idiota o idiotas podrían aprovecharse de ti. –No dejaba de estar enojado percibió ella.
- No estaba sola. –dijo al fin.
- ¿No? Aquellos dos en su burbuja –señaló a Ian y Baasima en la pista abajo. –Y los otros dos seguro arriba.
- ¿Qué haces aquí?
- Soy uno de los dueños. –respondió con sorna.
- Sé de buena fuente que no ibas a estar aquí.
- ¿Y por eso has venido tranquilamente no? Pensando que no estaría aquí para arruinar tu tranquila y sensata vida de futura princesa heredera.
Azima parpadeó ante sus palabras ¿Por qué sonaba a reclamo? Los términos de su acuerdo habían quedado aceptados, aprobados y finiquitados. Lo odió un poco por avivar cosas que no debería sentir.
- Tal parece que me estas recla... -empezó ella.
- No me despertaste. –la cortó.
- ¿Perdón?
- Te fuiste sin más.
- ¿Debía despertarte? –preguntó confusa.
- Era tu anfitrión ¿no es así? Y por varias noches el hombre en tu cama. Mínimo esperaba un poco de cortesía ¿Tan mal te lo hice pasar? Permíteme dudarlo.
- Eres un idiota. –Azima empezaba a pasar de los nervios a la furia. -¡Te quedaste dormido!
- ¡Pudiste haberme despertado!
- ¿Qué caso tenía? Explícamelo porque no lo entiendo. Fue el adiós Azzam.
- Deberíamos habernos despedido con propiedad.
Y entonces ella lo entendió ¿acaso había faltado la última ronda de sexo y por eso se había enfadado?
- Pensé que habíamos tenido el suficiente sexo de despedida. –le respondió con rencor.
Esta vez el que parpadeó fue él para luego apretar la mandíbula y pasarse una mano por el cabello en un gesto de enfado.
- Así es, me lo debes. – su cara giró a un lado en cuanto terminó de hablar. Azima no tardó dos segundos en voltearle el rostro de una bofetada. Él se tocó la mejilla y la miró con ojos centelleantes.
- Nunca nadie se había atrevido a lo que acabas de hacer. -Y esta no era definitivamente la primera vez.
- Mira que bien, soy la primera.
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Princesa Azima (Princesas de Durban 3)
RomanceElla ha hecho un trato con su tío el rey de Durban, donde daba su libertad a cambio de que sus primas obtuvieran libre camino para casarse con quien quisieran, Azima como Princesa tiene claro lo que se espera de ella y de hecho lo acepta de buena ga...