¿Enamorado de una vampira?

Cap 9

- No sé explicarlo, abu- dije pensando en ella, que se quedó dormida en mi habitación. Han pasado dos meses desde el incidente con su padre-
- A ver, cariño. ¿Ella te gusta?- me miró-
- ¡Muchísimo, la amo con locura!- le respondí- Pero, no sé, hace poco tuvimos un accidente-
- ¿Cómo?- se sentó delante mía-
- Ella....ella....me besó en los labios, y fue tan mágico. Juro que me sentí como flotando, me sentí tan lleno, tan feliz, tan todo. Estoy coladito por ella- rió-
- Que pequeñito eres, Mickey- suspiré- Sé lo que te pasa, cielo. No se lo dices por miedo al rechazo, ¿verdad?- asentí- Pues no, no debe ser así. Mira, puede que seáis de diferente raza, de diferente tono de piel, de diferentes costumbres. Pero, lo que une a dos criaturas es el corazón y el amor, la capacidad de trabajar en equipo que tienen cuando se juntan, lo que se aman. ¿Te recuerdo que tu abuelo era humano?- sonreí- Y mira, no pasó nada. Hicimos nuestra vida normal, nos casamos, tuvimos a tu tío y a tu madre, e hicimos nuestra vida juntos. Claro que, los tiempos de antes no son los de ahora-
- Ya- me abrazó-
- Vive la vida, cariño, pero siempre con cabeza- la abrazé yo también- Y bueno, si la amas, no veo problema en que te declares. Nunca tengas miedo al rechazo, jamás, porque si no te perderás muchas cosas- la quiero tanto-
- Gracias, abu- le dije- Organizaré algo-
- ¡Genial! Te ayudaré. ¿Para cuando?-
- Esta noche- sonrió-
- ¿Hará falta la farmacia?- nos miramos-
- ¡Abuela!- rió como loca- Por favor, eso me da mucha vergüenza. Sabes que soy muy tímido en ese sentido- dije notando cómo mis mejillas se tornaban a rojo-
- Lo siento, fue espontáneo- siguió riendo- Son cosas naturales, de la vida-
- Poco a poco- le respondí riendo también, y pensé sobre esa idea. Sería algo tierno, pero, no me siento listo aún, no tengo el valor suficiente para hacer tal cosa. Sólo me centraré en lo que necesito para esta noche y fin, nada de segundos planes- Pétalos-
- Ya está mi nieto el cursi-
- Siempre lo fui- lo apunté- Mm...¿qué más?-
- ¿Le gustan los lugares enigmáticos?- asentí- Hay un lago por aquí cerca-
- ¡Claro!- la miré- ¡Podríamos ir a nuestro lago, allí es genial! Abu, eres una genia- la volví a abrazar-
- ¿Vuestro lago?- asentí-
- Vampilican- volvió a sonreír- Lo hemos bautizado así-
- Te digo una cosa, Billy- me cogió el rostro con sus dos manos ya marcadas por la edad, pero que aún mantenían ese suave tacto- Estáis destinados, tesoro. No ha aparecido por qué sí en tu vida, ha aparecido por alguna razón. Y, si tú estás enamorado de ella, ¿por qué ella no lo iba a estar de tí?- sonreí- Además, no todas las abuelas tienen al nieto más mono de la comarca, ¿no crees?- reí-
- Gracias por todo, abu- me levanté- Me tengo que ir, la dejé dormida y ahora nos vamos a por nuestros desayunos-
- Vale. Tened cuidado, y dale recuerdos de mi parte. Ya sabes, hazla feliz día y noche- asentí-
- Seguiré tus consejos- salí de su casa y llegué a la mía lo más rápido posible. Entré, llegué a la puerta de mi habitación y la abrí después de quitarle el seguro. La vi, estaba tan dormidita en mi lado de la cama que me enfadaba conmigo mismo pensar que tenía que despertarla, lo haría lo más suave posible- Pequeña- aparté su cabello suelto para que no se me metiera en la cara y me abrazé a ella por detrás- Despierta-
- Déjame, Tom- murmuró, y siguió durmiendo-
- ¿Cómo que Tom? Soy Bill- reí. Ella se estiró y bostezó, después, se giró mirándome con sus ojos azules metalizados- Buenos días, bella durmiente- rió-
- Buenos días, príncipe azul- me abrazó-
- ¿Se duerme bien en este colchón?- asintió- Me alegro-
- ¿Cómo dormiste tú?-
- Muy bien, pequeñaja- sonrió- Tengo una idea-
- ¿Cuál?-
- ¿Qué tal si nos vamos a por nuestros desayunos y luego, a la noche, vamos a nuestro lago?-
- Me gusta la idea- sonreí-
- Arriba, entonces- después de despertarla, se fue a dar una ducha. De mientras, me puse a pensar qué canción le tocaría esta noche, todo debía de salir perfecto. Ya está, una de las que hicimos nosotros antes de anoche. Tom me había estado enseñando a tocar la guitarra, tanto eléctrica como acústica que son las que él toca, y ya estoy hecho todo un experto. Tenemos un álbum completo ella y yo junto a Tom y a Gustav. Georg también acabó haciéndose amigo de ella, y nosotros cuatro guardamos el secreto de que vive conmigo- Me tienes que dejar esa camiseta- dije cuando la vi al salir, tan guapa por favor. Llevaba unas medias de rejillas, unos pantalones cortos, y una camiseta de Guns N roses.-
- No tiene años ni nada. Me la ponía cuando tenía ocho años, así que, imagínate- sonrió- Pero sí, te la dejaré-
- Te queda genial, estás muy guapa- le dije observándola con cariño- Bueno, am... ¿Estás lista?- asintió- Vamos- estuvimos buscando por toda la zona, y ella fue quien me paró-
- Hay algo- me miró, y a los segundos se metió entre los matorrales. Me sorprendía la capacidad de aniquilar que tenía, era tan feroz, tan agresiva, eso me gustaba y me parecía un punto muy sexy de ella- Dios, tenía un hambre brutal-
- Se te nota- rió-
- Te conseguí algo- dijo sacando una liebre de detrás suya, la tenía cogida de las orejas-
- Eres genial- sonrió, y entre los dos completamos la caza de esta semana. Tuvimos que dar un par de viajes, pero ya está terminado- Buen trabajo-
- Igualmente- chocamos los puños-
- Volvamos a casa- todo fue bien, durante el camino no fuimos vistos por nadie. Lo que no me esperaba era lo que iba a pasar- Pa...papá-
- Hola- sonrió, después me miró- Uuuh, ¿tu novia?- dejó de cortar la carne y se acercó a ella- ¡Bill Kaulitz!- ya se había dado cuenta, joder- ¡¿Cómo se te ocurre meter a esta bicho chupasangre en mi casa?!-
- ¡¿Bicho chupasangre?! ¡No tienes ni idea!- la defendí, y la puse detrás de mí-
- ¡Es el enemigo, él diablo en persona!- la miró- ¡¿Sabes que podrías ir a la cárcel por esto, Bill?!-
- ¡No hace falta que me lo recuerdes, papá! ¡Qué me lleven, lo que hice no tuvo nada de malo! ¡Vosotros sois los que creáis los conflictos entre nuestras razas! ¡¿Qué pasa si ella es una vampira?! ¡¿Qué pasa si yo soy medio lobo?! ¡No importa, todo se basa en las suposiciones y en tonterías!-
- ¡No me levantes la voz!- llegó Tom, menos mal-
- ¿Qué ocurre aquí?- papá y yo lo miramos- Emma-
- ¿Tú también sabías de esto?- Tom suspiró-
- Necesitamos hablar- le dijo Tom, y los dos entraron al salón-
- ¿Estás bien?- me giré para comprobarla, y lo primero que vi fueron sus ojos cristalizados- Tranquila-
- Lo siento- me abrazó- No quería que esto sucediera-
- No pasa nada, todo se arreglará- intenté calmarla, y llevé mi mano izquierda a su cabello. Cuando se tranquilizó un poco más, se separó de mí- ¿Mejor?- asintió. Aproveché ese momento a solas en la cocina y me senté en una de las sillas de la mesa- Ven- dije dando un par de golpecitos en mis piernas, y ella se sentó encima de ellas. Puse mis brazos alrededor de su cintura y apoyé mi cabeza sobre su clavícula, me gustaba sentirla de respirar, aunque no pudiera oír el latido de su corazón. Ella empezó a acariciar mi cabello, peinandolo de un lado a otro, con la suavidad y cariño con el que lo hacía-
- Billy- la miré- No sé qué haría yo sin tí- me entraron ganas, pero esas ganas incontrolables que tienes cuando quieres besar a esa persona especial que amas por muy difícil que sea. Y así hice yo-
- Nunca romperé la siguiente promesa- dije levantando mi mano derecha de su cintura, con el meñique bien alto- Prometo no abandonarte, jamás de los jamases. Cuando llegue el día en el que te cases, seré el primero en llegar; cuando te enteres que serás madre, allí estaré yo, esperándote fuera del hospital, vigilando que nadie te haga daño; cuando des a luz, y pueda entrar a ver a esa criatura..... seré su tito favorito, está claro- los dos reímos- Si te separas, dios quiera que no, podrás apoyarte en mí todo el tiempo que necesites. Y siempre estaré en todo, en tu vida, para ayudarte y cuidarte a tí y a tu familia- sonrió-
- Eres un encanto-
- Y yo jamás rompo las promesas que hago- me miró. Y ese impulso se apoderó de mí otra vez, y esta vez sí le di un rápido pico en los labios. Se empezó a poner rojisima, tanto, que parecía que se había quemado al sol- Oye- dije riendo- Estás...am...-
- Ya, lo estoy notando- lo que me gustó fue que me lo devolvió, y sus besos me dejaban el regusto a fresa de su labial-
- Ajam, ajam- los dos miramos a nuestra derecha mirando a mi hermano- ¿Habéis acabado, tortolitos?- me sonrojé yo ahora- Papá os espera en el salón-
- ¿A los dos?- él asintió- Vale- ella me miró- No pasará nada, ya verás-
- Eso espero- me respondió. Su perfume me dio en el rostro de lleno cuando se levantó, eso la verdad, me encantó. Huele siempre a vainilla-
- Pasa- se oyó desde dentro del salón cuando toqué, así que abrí la puerta- Eres tú-
- Somos- le corregí-
- Entrad- ella también entró, pero no se despegó de mí a penas. Los dos nos sentamos en el sofá delante de él, y nos respondió con un resoplido- ¿Por qué cojones no me lo contaste antes?- me miró-
- Pues...- empezé a hablar- No quería que le pasara lo mismo que a la novia de Karina- dije, y puse mi mano izquierda sobre la pierna de ella intentando transmitirle tranquilidad-
- Sabes que lo de Karina pasó hace años, y años, y años, ¿verdad?- nos miramos- Más que nada porque en esa época casi todo el mundo era homofóbico, y no permitían parejas del mismo sexo. Bill, por favor, soy tu padre. Puedes contarme las cosas- me sentí bien sabiendo que tenía su confianza aún- La idea del mundo ha cambiado mucho, Billy. No te voy a negar que me da un poco de mal rollo, eso sí. Son tan oscuros- la miró- Sin rencores, por favor-
- Tranquilo- le dijo ella-
- Pero, si mi hijo tiene una relación con una vampira, me da igual. A ver, mientras seáis felices- y erre que erre, hoy el mundo me quería asesinar- Solo que, no quiero que me ocultes nada. ¿Cuánto tiempo lleváis?- nos miramos ella y yo-
- Cerca de... un año- le respondió-
- ¡¿Un años?!- rió- Bill, a estas alturas y aún no me dijiste nada. No debes de tener miedo, por favor. Hablo por tí también, esto...-
- Emma- le dije, y él la miró-
- Emma...- asentí- Bien. Hablo por tí también, Emma- los tres nos quedamos en silencio- He estado pensándolo-
- ¿Qué harás?- dije alerta pegándome a ella-
- Os dejaré juntos. ¡Peeeero! Con la condición de no decírselo a nadie, no puede salir de aquí. ¿Entendido?- asentí sonriendo- Sois libres. Iré al taller, no salgáis-
- No- los dos salimos del salón. Yo no sé ella, pero yo estaba tan feliz que me la hubiera comido en mitad del pasillo-
- Nos ha....dejado- me miró- ¡Nos ha dejado, Billy!-
- ¡Lo sé!- dije igual de eufórico que ella, y se tiró sobre mí. No caí al suelo porque quedé apoyado en la pared con ella en brazos, pero me hizo gracia su reacción, así que empezé a reír- Eres tan tierna- la achuché- Cualquiera no tiene a alguien como tú-
- Gracias- nos miramos-
- ¿Vamos a hacer música?- sonrió-
- Vamos-

***

- Junto esto y...- dijo juntando todo en el ordenador, y le dio al play- ¡Suena genial! Ya tenemos Haifisch-
- Eres la maldita ama- rió- Me gusta, nos quedó bien-
- Sí. Y con esta completamos el segundo álbum juntos, Billy- me miró- Este dos mil diez vamos a petarlo-
- Nos harían falta los chicos-
- Podríamos firmar un grupo- me gustó su propuesta-
- Me encantaría-
- Imagínatelo: tú de cantante, Tom y yo de guitarristas, Georg al bajo, y Gustav de baterista- asentí- Estaríamos bien-
- Eres una genia- cogí la guitarra acústica, me la llevaría, tenía un gran plan- Vamos a salir-
- ¿A dónde?-
- Es sorpresa- le respondí, y la cogí de la mano- ¿Vienes o no?-
- Sí- me colgué la guitarra acústica a la espalda y salimos de casa. Cuando estábamos llegando al lago, le tapé los ojos con una venda- ¿Qué estarás tramando, pillín?- reí con ella-
- Ya verás, déjate guiar- le susurré, y cuando llegamos, la senté en el suelo. Encendí las velas que anteriormente dejé escondidas, y las puse por nuestro alrededor, controlando para que no quemase ni el bosque ni nuestra ropa. Empezé a puntear "World behind my wall", bautizada como nuestra canción, y ella rió- Cuando quieras- se quitó la venda de los ojos, y miró a su alrededor-
- ¿Esto...es cosa tuya?- asentí sonriendo- Estás hecho un romántico-
- ¿No me digas?- reímos- ¿Te gusta?-
- Me encanta- me miró- Es precioso. El mejor detalle que han tenido conmigo, la verdad- me pegué más a ella-
- ¿Quieres acompañarme?- le pregunté, y la empezé a cantar-
- Oh, Billy- sonrió- Me emocionas-
- Que boba- dije en una pausa, y luego la seguimos cantando los dos. Ese momento fue tan tierno, tan bonito, tan mágico, me sentía flotando en una nube con ella. Estoy tan enamorado, lo admito, soy un cursi desde que llegué al mundo. Pero, es que ella es tanto para mí, es tan perfecta. Siento debilidad por ella, y a la vez la admiro y amo con locura- Me encanta tu voz-
- Anda que la tuya- sonreí algo ruborizado- Gracias por todo-
- No hace falta- acarició mi rostro con cariño, hasta llegar a mi barbilla- Emma...- dije nervioso, y me colgué la guitarra a la espalda-
- Tus ojos- me dijo, y yo también me fijé en los suyos. Estaban al rojo vivo, tan bonitos- Están color miel-
- Me pasa cuando...cuando veo algo que me gusta- reí- O, cuando alguien me hace cariñitos al máximo-
- Eres especial- me dijo-
- Oye, Emma- nos miramos de nuevo- Tú...¿estarías dispuesta a aceptar?-
- ¿El qué?- saqué el anillo que le tenía para pedirle ser mi novia, era una serpiente que parecía enrollarse al dedo- Bill- dijo tapando su boca, y me miró con los ojos muy abiertos-
- ¿Quieres aceptarme y ser...mi novia?- otra vez volvía a emocionarse- Aish, que sensible eres- rió-
- ¿En serio me lo estás pidiendo?-
- Y tanto. Mira- cogí su rostro dándole un beso más profundo que los que compartimos esta tarde, y cuando me separé de ella, la volví a mirar esperando su respuesta- ¿Me crees ahora?- volvió a sonreír-
- Estoy dispuesta a estar contigo- dijo, y me miró a los ojos- Siempre quise a alguien como tú en mi vida, Billy- sonreí feliz- ¿Quién mejor que tú?-
- Al final me emocionaras tú a mí- reímos- ¿Sí?-
- Sí quiero- le puse el anillo, ella sonrió-
- Te declaro, dadas las circunstancias, mi chica oficialmente- dije poniendo voz grave, y ella rió-
- Puedes besar a la novia- la besé con tantas ganas, me hizo el chico más feliz que existe-
- Gracias a tí también- la noche la pasamos allí, compartiendo historias de terror, fotos juntos, canciones, y sobretodo, besos que parecían que se nos iba el alma-