La distancia aviva el amor

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Archipiélago Sevii, Isla Quarta...

Misty sabía muy bien que este entrenamiento sería duro. Lo supo desde el momento en que Lorelei le propuso ir con ella, ofreciéndole prepararla personalmente para convertirse en su sucesora en el Alto Mando de Kanto. Por supuesto, ella nunca dejaría pasar la oportunidad de convertirse en pupila de su gran heroína, así que aceptó de inmediato sin dudarlo.

Aunque en aquel momento no se imaginaba estar haciendo entrenamiento de batallas en una cueva helada, como en este momento. A Misty le sorprendió descubrir que en un archipiélago tan cálido como este pudiera existir un lugar tan frío como la Cueva Glaciada, pero Lorelei le había dicho que eso la convertía en el lugar perfecto para entrenar en condiciones extremas, y ella no podía evitar estar de acuerdo.

- ¡Dewgong, usa Lanza de Hielo!

- ¡Golduck, detenlos con Fuerza Psíquica!

En ese momento, la miembro del Alto Mando y la líder del Gimnasio Cerulean se encontraban combatiendo en un campo improvisado, un estanque con varios pilares de roca congelada que servían como plataformas para pararse. El león marino de Lorelei comenzó a lanzar una ráfaga de proyectiles picudos de hielo, mientras el pato azul de Misty alzaba sus manos palmeadas al tiempo que sus ojos resplandecían con una luz azul.

Los picos de hielo se detuvieron en seco antes de golpear a Golduck, que dio un empujón para mandárselos de regreso a Dewgong. Este último se zambulló en el agua para esquivarlos, al tiempo que se estaba ocultando, y Misty supo que estaban preparando un ataque sorpresivo desde abajo.

- ¡Golduck, prepárate, Dewgong saldrá en cualquier momento! – le advirtió Misty.

El pato se mantuvo en alerta, mirando a todas partes en busca de su oponente, mientras su entrenadora observaba atentamente a su mentora, que mantenía una sonrisa tranquila con una mirada gélida. Así era en combate; fría e inmisericorde como el hielo.

Unas burbujas detrás de Golduck alertaron a la pelirroja de por dónde vendría el ataque, y de inmediato tomó una acción preventiva.

- ¡Golduck, salta fuera de ese pilar y usa Aqua Jet!

El pato esquivó lo que parecía un Ataque de Cuerno de Dewgong, que pasó de largo y aterrizó con un salpicón del otro lado, pero rápidamente se dio la vuelta para iniciar su contraataque.

- ¡Usa Rayo de Hielo! – ordenó Lorelei.

El cuerno de Dewgong disparó el rayo congelador directo hacia Golduck, que venía volando en su dirección envuelto en una película de agua. Esta se congeló, lo que lo volvería un ataque todavía más peligroso, si acaso daba en el blanco.

Lamentablemente para ellos, no fue así; justo antes de ser impactado por el Aqua Jet congelado, Dewgong saltó por encima de él, y dio un golpe de Cola de Hierro que lo desvió hacia uno de los pilares haciéndolo estrellarse. El hielo se fragmentó y Golduck cayó al agua, antes de volver a emerger completamente inerte con la panza para arriba.

- ¡Golduck! – exclamó Misty corriendo hacia donde se encontraba Golduck para verificar su condición.

- Parece ser que volvimos a ganar. – dijo Lorelei, mientras Dewgong nadaba hacia su extremo para recibir unas palmaditas en la cabeza. – Buen trabajo, Dewgong.

- Cielos, qué cerca estuvimos. – dijo Misty, sacando su Pokébola para retornar a su Golduck. – Bien hecho, Golduck, esta vez nos faltó muy poco. Ahora toma un buen descanso.

- Lo están haciendo muy bien. Aunque aún les falta sincronizarse un poco más. – dijo la mujer mayor ajustándose sus gafas.

- Todavía nos falta mucho para estar al nivel de ustedes. – replicó la joven.

La distancia aviva el amorWhere stories live. Discover now