ꜥꜤ 煤 ! › TURN ME ON FIRE ( SHINGEKI NO KYOJIN )

13ㅤㅤ何ㅤㅤ ──ㅤㅤ jean kirschtein

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‹ JEAN KIRSCHTEIN ›
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Durante cinco minutos das vueltas en toda la habitación, dudando en si entrar a la ducha con tu novio o mantener el acuerdo y no molestarlo durante el día. Kirschtein había mencionado una cita con sus subordinados en la oficina y hasta hace dos días, no había sido una real molestia tener que soltarle todo un día. Pero las cosas cambian y cuando una ola de necesidad comenzó a recorrer tu cuerpo, estabas necesitando de tu novio en todo momento y a toda hora. Tanto como en el momento en que lo ves salir del baño con una toalla cubriendo su cintura, dejando su torso a la vista.

Fue un mísero minuto donde estuviste embobada admirando cada uno de sus movimientos en cámara lenta, y no es hasta verle secando sus brazos con la camisa sobre la cama que recuerdas el motivo de su ducha mañanera. Inmediatamente abultas los labios con la clara intención de acercarte a él y rodear su abdomen desde atrás con un mohín, llamando su atención.

―Nena ―su voz taladra en tus oídos y sabes cuáles serán las siguientes palabras que abandonen su boca―, ahora no.

Kirschtein coloca una de sus manos sobre las tuyas en su abdomen, dando suaves caricias mientras deja salir un suspiro. Aunque no lo demuestre tanto como tú, necesita de ti también, y está ya esperando la hora en que pueda tener tiempo de acorralarte contra el colchón y besar cada centímetro de tu cuerpo con amor.

―Pero te necesito ahora ―no deseas sonar como una egoísta o deseperada, pero hay días como ese donde simplemente no controlas el deseo que emana tu cuerpo pidiendo casi a gritos ser tomado por el de Jean en ese momento. El cenizo aprieta el agarre sobre tus manos, quitándolas y volteando así a verte el rostro.

Con sus pulgares acaricia tus mejillas coloradas y cariñosamente deposita un beso sobre tu frente. No sabes si se está despidiendo o has alcanzado su límite de paciencia, pero su siguiente movimiento definitivamente no lo esperabas; su mano rodea tu cuello haciendo una ligera presión sobre el mismo mientras su nariz roza los contornos de tu rostro y una sonrisa irónica se planta en sus comisuras. Jean respira en tu oído con notable pesadez y molestia.

―Haces todo más difícil ( TN ) ―sus labios chocan con tus sienes una vez más, ejerciendo fuerza con la mano en tu cuello para que le veas a la cara―. Tengo una junta ahora mismo y tú... solo haces que sea tan malditamente difícil salir por esa puerta.

Jean espera una respuesta que nunca llega, te sientes tan abrumada por las mariposas invadiendo tu vientre, que las palabras se atoran en tu garganta. Pero el cenizo ya no tiene paciencia y su ceño fruncido solo te demuestra lo molesto que está; más que contigo, con él mismo por reaccionar ante tus insistencias.

―Yo... ―Kirschtein alza una ceja esperando a que termines―. Solo esta vez, y te dejaré ir.

El cenizo no espera más tiempo, estampa sus labios contra los tuyos de forma brusca y desesperada. Necesita de ti tanto como necesitas de él y ambos lo saben por la forma en que sus bocas no tardan en acoplarse a la otra y morderse mutuamente.

La mano desocupada de Jean atrae tu cuerpo hacia él, mientras las tuyas rápidamente ascienden por su abdomen.

Sus besos, ahora ruidosos, hunden la habitación en un ambiente caliente y lleno de necesidad. Los cuerpos de ambos se buscan como si no se hubiesen visto en años. La toalla abandona la cintura de Jean y el camisón con el que duermes abandona tu cuerpo de la misma manera. Kirschtein no tiene tiempo que perder, no tarda en tener tu cuerpo sobre el colchón mientras sus dedos juegan con el elástico de tus bragas y su boca se entretiene entre tus senos.