Ella sonrió en respuesta.

No había reglas sobre si los estudiantes podían o no nadar en el lago, pero por lo general los estudiantes esperaban hasta los meses más cálidos para meterse. El calamar gigante se les acercaba de vez en cuando y les dejaba acariciar sus tentáculos o los estudiantes metían los dedos de los pies en el agua para refrescarse.

—¡Entra!—Sirius la llamó, ya en el agua y nadando

—Ya voy, ya voy— Calypso lo calmo con la mano y colocó el libro que tenía junto a la toalla de Sirius y su ropa.

Se quitó la ropa que llevaba arriba del traje de baño antes de caminar hacia el agua. Metió el dedo del pie e inmediatamente lo sacó, chillando de sorpresa.

—¡El agua está helada! ¿Cómo puedes soportarla?— miró a Sirius y lo vio de pie en el agua de modo que la mitad superior de su cuerpo estaba fuera, pero él la miraba con una expresión en su rostro que hizo que los dedos de sus pies se curvaran

Sus ojos fueron lentamente hasta su rostro antes de parpadear y sacudir ligeramente la cabeza.

—No está tan fría si saltas ya, sin pensarlo— Sirius dijo con una mirada traviesa en su rostro mientras se movía lentamente hacia ella

Calypso levantó su mano hacia él —No, no... ¡Sirius, detente!— se rió cuando el chico la tomo del tobillo. Tiró de ella hacia adelante y cayo directo al lago. 

El agua fría y la dureza con la que fue arrojada picaron su cuerpo por un breve momento antes de salir a la superficie, apartándose el largo cabello de la cara.

—Te odio

—Seguro lo haces— Sirius se rió entre dientes

Calypso lo salpicó con agua y él hizo lo mismo con ella. Jugaron hasta que Calypso decidió salir, temblando de frío. Ella y Sirius se dejaron caer sobre sus toallas después de que Black usó el encantamiento de aire para secarlos instantáneamente.

—Sabes, en realidad es un poco agradable así— Calypso dijo después de colocarse la playera y sentarse al lado de Sirius. Se volvió hacia ella con una expresión de curiosidad, esperando que ella explicara —Sé que hay otros pocos estudiantes que se quedaron, pero me gusta que se sienta como si los dos estuviéramos en nuestra pequeña burbuja, lejos de todos los demás

—A mí también me gusta— contestó, sus ojos brillando intensamente —De hecho, creo que deberíamos hacerlo más a menudo. Pasar tiempo solo nosotros dos,

—Pasamos tiempo juntos todos los días

Sirius sonrió tímidamente —Lo sé, pero... En solo dos cortos años habremos terminado Hogwarts y ya no podremos vernos con tanta frecuencia. ¿No es eso... No sé, ciertamente extraño para ti?

—Claro que lo es. Odio pensar en eso porque será muy raro no poder caminar hasta la Torre de Gryffindor cada vez que quiera verte, pero me imagino que no nos alejaremos el uno del otro, pase lo que pase

—Sí, pero ¿Qué pasa más adelante en la vida? ¿Quién sabe qué va a pasar dentro de veinte años cuando hayas conocido a un chico y te hayas establecido con él?

Calypso se río —¿Y tú? Probablemente conocerás a alguna chica y establecerás una relación con ella

Sirius negó con la cabeza —No. Sólo hay una chica para mí

Calypso levantó las cejas, sorprendida por esto —¿Quién?

—No importa— suspiró Sirius —No creo que ella sienta lo mismo

—Oh, no seas ridículo. Eres Sirius Black. Sería difícil encontrar a alguien que no te adore— Calypso le dio un codazo, tratando de quitarle el ceño fruncido. En cambio, Sirius suspiró, sintiéndose frustrado, y se puso de pie —¿Adónde vas?

—Vamos— Sirius le tendió la mano para que ella la tomara —Quiero colarme en las cocinas

Calypso tomó su mano y dejó que la jalara detrás de él. Su agarre era fuerte y no la soltó hasta que llegaron a las cocinas.












































ESA NOCHE, SIRIUS ARRASTRO A CALYPSO A LA sala común de Gryffindor donde había arreglado un lugar para que durmieran frente al cálido fuego. Había preparado una montaña de mantas y almohadas para ellos, con su manta favorita en el lugar junto a ella.

Calypso bostezó, exhausta por correr todo el día con Sirius, y se frotó los ojos. Se dejó caer en el lugar más cercano al fuego y se envolvió en la manta que Sirius le había traído. Tomó una pequeña ampolla llena de un líquido azul oscuro.

Sirius frunció el ceño con curiosidad —¿Que es eso?

—He tenido problemas para conciliar el sueño desde... Bueno, desde lo que le pasó a mi papá, así que normalmente tomo esto antes de irme a dormir— Calypso confesó. No le había dicho eso a nadie excepto a su abuela. 

La frente de Sirius se frunció un poco más y la preocupación apareció en su expresión.

—¿Tienes pesadillas?

Calypso asintió solemnemente —Siempre que no lo tomo, tengo los peores

Sirius se inclinó y le apretó la mano. Ella le sonrió suavemente antes de quitar la tapa de la ampolla y tragarla. Inmediatamente, la somnolencia se apoderó de ella y su cabeza cayó sobre la almohada, sus ojos se cerraron mientras caía en un sueño sin sueños.

NOX, sirius black ₁Where stories live. Discover now