🥀 [ 9 ~ Distancia ] 🥀

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Obito nota el destello en mis ojos y traga saliva. Se queda quieto, observándome nadar hacia él. Forma un círculo perfecto con su boca, pero luego reacciona y regresa hasta la orilla. Yo me detengo a un metro.  La mitad de mi rostro es lo único que sobresale del agua.

—Vaya... tus... —farfulla, todavía alelado, tocándose sus orejas sin saber cómo terminar su oración —. Tienes aletas en lugar de oídos.

—¿Dónde está Shisui?

Su cara se ensombrece, sus labios son una fina línea al extenderme una botella de vidrio.

—Él me pidió que te diera esto.

La tomo y quito la tapa rápidamente. Los latidos de mi corazón me golpean el pecho, haciendo que el azul fluctúe por todo mi cuerpo y que mis manos tiemblen al desdoblar el papel. Las gotas saladas vuelven a salir. Lo que dice ahí me nubla la vista, acentúa el nudo en mi garganta y el vacío voraz que amenaza con engullirme en las profundidades.

¿Quién demonios te crees, Shisui? ¿De qué me sirven tus palabras y justificaciones? No necesito esto. Te necesito a ti, mierda. Si te vas, al menos ten la decencia de aparecer por última vez. Si realmente te perdí tan rápido, ¡entonces ven, muéstrame tu cara y despídete de mí, maldita sea! Quiero recordarte sonriéndome, mirándome con esos ojos tan cálidos. Bésame, abrázame. Húndeme en tus brazos, pero no te atrevas a decirme que desperdicié mi corazón contigo.

¿De qué me sirve tu amor si no puedo estar cerca de ti?

—Oye... Itachi...

—Dile que venga, por favor —suplico, arrugando el papel y presionándolo contra mi pecho. El agua lo deshace entre mis manos —. ¿O ya se ha ido?

Obito se muerde los labios. Él también tiene los ojos rojos.

—Shisui no tomó el avión.

—¡Entonces dile que-!

—¡Tuvo un accidente! ¡Se estrelló contra un auto mientras iba en la motocicleta y se golpeó la cabeza!—declara, mandando a callar el mar de pensamientos dentro de mi cabeza —. No está bien, él entró en estado de coma. Oh, Dios. ¿Ustedes saben lo que es eso? No despierta. No sabemos si lo hará. Dicen que pueden pasar días, o meses, ¡incluso años! ¿Pero cómo podemos saberlo? Lleva casi una semana así —él hace una pausa. Lo que dice penetra mis oídos al igual que el pico de un pez espada. Lo veo tallarse la cara frenéticamente —. Se enfadará conmigo si se entera que te dije (carajo, me correrá de su casa), pero pensé que debías saberlo porque a él de verdad le importabas... Quiero decir, le importas.

» Eres consciente de eso, ¿verdad?

Mi voz está muerta. Duele siquiera intentar hablar. Me siento mareado. ¿En qué momento la corriente me arrastró hacia aguas tormentosas?

—Quiero ir con él. Por favor—consigo murmurarle al humano frente a mí. Tu primo expande la mirada al ver mis ojos rojos —. Ayúdame a llegar con él, Obito.

—¡Estás loco! ¿Cómo voy a llevarte al hospital sin que nadie se percate de la enorme cola de pescado que tienes! ¡Y tus orejas; tus ojos están brillando! ¡Tienes dientes de tiburón!

—Nadie se dará cuenta.

Y si lo hacen, ¿qué rayos importa?

—No me tomes por...

—Por favor —insisto, maldición. Lo haré hasta el fin de los tiempos.

Sabía que algo estaba mal, Shisui.

Ojalá me hubiese equivocado.

🥀

El niño observa el océano, preguntándose si con sus lágrimas será capaz de duplicar su tamaño. Está seguro de que sí, pero el pensamiento es efímero y se esfuma tan pronto como recuerda la razón por la que está ahí.

🌊 Umi no itachi 🌊 [ShiIta]Where stories live. Discover now