Capitulo XV: La Bestial ayudante de Hagrid

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 "No, no quiero… ¡NO PUEDO MÁS CON ESTO!, ¡Dios y Merlín!, ¡¿Qué he hecho para merecer esto?!", lloriqueaba internamente la niña al meterse a la boca uno de las galletas pastosas de Hagrid.

No es que menos preciara a su amigo, ni mucho menos. Pero ya tenía más que claro que el gigantón no tenía habilidades para la culinaria. Claro, él ya estaba acostumbrado a aquellos desagradables sabores ya que antes solo cocinaba para las criaturas mágicas. Por lo que cada vez que podía, la pequeña preparaba las cosas. Ya tenía experiencia viendo tanto el mundo muggle (señora Bridgetown), como en el mágico (Lazzy y Dopey) y su crup y Fang se lo agradecían. Además la comida que recibían por los elfos de la cocina era pre-lista para servir.

Lo malo de vivir casi en exilio del castillo era que no podía pedir prestados más libros de la biblioteca. Solo tenía tiempo para dibujar y explorar el bosque SOLO de día si iba con Bash. Hagrid le había prohibido después del atardecer entrar al bosque.

Hasta ahora, con lo que había visto, Lea lo describe como un bosque espeso con los grandes variedades de árboles; hayas, robles, pinos, sicómoros, y tejos, así como maleza y espinas, también habían caminos, arroyos, y claros.

Solo cuando tenía humor hacia óleos, a Hagrid le encantaba todo lo que pintara la muchacha e incluso casi lloro cuando Lea le regalo un cuadro donde salía él y Fang con el paisaje de su cabaña y el bosque prohibido.

Si bien la primera semana prácticamente la pasaban en la cabaña, la pequeña y el crup la pasaban bien con el gigantón, aunque ella sabía perfectamente que no obstante que Hagrid le dijera que "En esta época no hay mucho por hacer", en realidad mentía y encubría las órdenes protectoras de Dumbledore.

El casi exilio de Hogwarts o el "Severus castigo" tenía duración por un mes. Se desanimó mucho al saber que las hermanas Sandler solo tendrían que limpiar la sala de trofeos y otros lugares sin varita por dos semanas. No se le hacía muy justo… "Si tan solo hubiera hecho el maleficio con las manos y no con los ojos…", se lamentaba, ya que el por qué su prolongado castigo era por dejarse descubrir… "Snape ahora debe estar saltando en una pata", mascullaba en sus adentros.

Aunque claro, las Sandler no se quedaron calladas ni mucho menos y divulgaron, a pesar de las amenazas de McGonagall y el mismo Snape, la identidad de Jim el Jorobado como la de "Una niña horrible y fea que ocultaba en sus hombros un animal que hablaba". Muchos alumnos pensaron que podría ser un poltergeist y su mascota. Pero el mismo Peeves, el poltergeist travieso que habita en Hogwarts; que hace bromas excesivas, tan excesivas que todas consisten en hacer daño a los estudiantes; lo desmintió diciendo que aquel misterioso ser era una criatura llena de sorpresas.

Lea siempre evito a Peeves, "Ese es la versión de Snape, anciana o cuando era niño", ya que le gustaba sacarla de sus casillas y de paso también lo hacía con los fantasmas del colegio, que siempre le enfundaron mucha desconfianza y a veces un poco de miedo por la forma que desaparecen por la paredes, también decía aquello por el Barón Sanguinario (No sabía porque pero siempre sentía escalofríos cuando aquel lúgubre fantasma se le acercaba), que para remate era el fantasma de la casa de Slytherin.

Así que después cada casa tenía su propia imagen de la "mutante niña" que se hospeda en el castillo y por una extraña razón pareció haber desaparecido. Pero los alumnos de Ravenclaw, específicamente los prefectos, decían que habían visto varias veces muy a la media noche rondar a la niña con un crup caminando a su lado por el corredor del séptimo piso.

En fin, ese año en Hogwarts ya se había vuelto toda una celebridad.

A semana y media después de haber comenzado con el castigo. Hagrid tuvo el valor de llevar a la pequeña a presentarle a las primeras criaturas mágicas del bosque: los thestrals. Los esqueléticos caballos que jalaban de los carruajes de Hogwarts.

Harry Potter y La Heredera de La Magia de Merlín (B1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora