Capítulo 10: malas intenciones (NUEVO)

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Me despierto de nuevo empapada en sudor, con las sabanas pegadas al cuerpo y con la sensación de haber olvidado algo.

Cada vez que sueño con él al despertarme tengo la sensación de que he perdido algo. De que no estoy completa. Es una sensación que me encoge el corazón cada vez que me despierto.

Voy directamente a la ducha cuando hago una parada para ver el móvil. Son las seis y cuarto de la tarde. Sí que estaba cansada para no darme cuenta ni de la hora. No sabía ni que había cerrado las cortinas. Tengo una llamada de Jamie y un mensaje de voz. Lo voy escuchando de camino al baño.

''Buenos días, tardes o noches. Ya que estabas durmiendo con toda cuando he pasado a verte. Tenías tal cara de cansada que te he cerrado las cortinas para que duermas más rato. Se buena''

Por lo menos ya he resuelto el misterio de las cortinas, no soy la única que aún se cuela en las habitaciones de los demás. Es algo que hacíamos mucho en mi segundo año aquí, no quería estar sola y me iba colando en las habitaciones de todos.

Siempre he tenido una relación muy especial con Jamie, ha sido un gran apoyo, de hecho creo que fue el primer chico del que me enamore. Siempre te gustan chicos o chicas por diferentes motivos, pero siempre te acuerdas de ese primer amor no correspondido.

Era muy atento conmigo y muy dulce. Creo que él me veía como su hermana pequeña y hasta hace dos años más o menos yo deseaba que me viera como la súper guerrera que yo me sentía. Pero como os podéis imaginar eso no paso y luego simplemente lo que sentía se quedó ahí.

Lo quiero con locura no pienses que no, pero ya no es lo mismo. Creo que ahora me siento como él. Como si fuera su hermana, no podría vivir sin él. Y por eso también sé que el debería hablarle de sus sentimientos, esos que finge no tener, con nuestra jefa antes de que alguno de los dos acabe con el corazón roto. Sé que alguno tiene que dar el paso y creo que él tiene más opciones que Karla, ella tiene mucho dolor detrás.

Ahora ya estoy duchada y vestida para volver a la enfermería. Me he atado el pelo en un amago de trenza corona, jamás me quedan bien del todo, siempre dicen que es práctica y que conseguiré que salgan bien, pero en realidad no, o sabes o no.

Me dirijo al ascensor cuando vuelve a cruzarse conmigo Bianca. Vuelve a sonreírme y esta vez se para a hablar conmigo.

- Espero que descansaras después de lo de anoche. Tenías cara de estar agotada. –noto el sarcasmo en su voz como un cuchillo.

- Si, gracias. Después de pasar la noche en la enfermería un día de cama era justo lo que necesitaba.

- Claro. Por lo de la enfermería. –y tal como ha venido se va. Odio que haga eso.

Empieza a ponerme de los nervios sus insinuaciones veladas y el cuerpo me dice que esa bonita cabecita está pensando en algo que no va a gustarme nada.

Por fin llego a la enfermería. Y mi conocido escalofrió recorre mi espalda y se instala en mi nuca dándome calor, puede que hasta lo echara de menos. Escucho más ruido que la pasada noche, supongo que eso es buena señal.

Al entrar veo que esta vez hay dos enfermeras y que Kris ya no está, parece que hoy le toca descansar o por lo menos a comer.

Cuando me acerco a la cama de Leo lo veo merendando, bueno más bien comiendo, la cantidad de comida que tiene en sus (si sus en plural) mesas auxiliares dan a entender que está mucho mejor.

Para mi sorpresa la cortina de la cama de Dunkan está totalmente cerrada.

Me acerco a la cama de Leo y me siento en la silla que tiene a su lado. Me hace señales para que le de dos minutos para que acabado de comer y tragar. Me encanta verlo así, es genial.

Estrella diurnaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora