☕ ⁞ ❝ Ahí está tu sonrisa, enamorándome deprisa. ❞
Jisung trabaja como mesero en la cafetería Chimmug y allí podrás ver al mismo chico en la mesa del rincón todos los días... Su nombre es Hyunjin y quizás viene por algo más que el café.
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El brillante Hwang Hyunjin había obtenido el segundo lugar. Tenía que ser una broma.
El profesor de Narrativas siempre entregaba los exámenes en orden de puntuación, desde la nota más alta hasta la más baja. Hyunjin estaba acostumbrado a recibir su examen de primeras... pero esta vez no había sido así. El primero en recibir su examen había sido Lee Minho, o mejor dicho, Gafitas. El rival académico de Hwang.
Compartían varias clases juntos y en todas se disputaban el primer lugar en las notas. Lo único que era más grande que sus esfuerzos por obtener buenas notas era el odio que se tenían mutuamente. Aquel chico de lentes redondos y Hyunjin eran los mejores estudiantes de la facultad, eso no podía negarse, pero Hwang siempre obtenía el primer puesto y Gafitas el segundo.
Excepto en este examen de Narrativas.
Hyunjin habría obtenido la mejor nota si se hubiera esforzado un poco más... pero llevaba las últimas semanas visitando una cafetería a diario y pensando en un chico sonriente en vez de estudiar para sus exámenes.
Al terminar la clase Gafitas se paró de su silla, caminó atrás de salón con su iPad bajo el brazo y lanzó su examen sobre la mesa de Hyunjin, presumiéndole su 4.9 en la cara.
—Y el reinado del gran Hwang Hyunjin finalmente concluye —anunció Gafitas con una sonrisa burlona—. Ya te había advertido de la inevitabilidad de este suceso. ¿Me crees ahora?
—Es cierto, dijiste que esto pasaría. No puedo discutir contra los hechos —Hyunjin le lanzó su examen de vuelta y rodó los ojos—. Pero ganar una pequeña batalla no significa que hayas destronado al rey, Gafitas.
—Eso está por verse —dijo mirando su examen con una sonrisa—. ¿Cuánto sacaste tú?
—4.2 —dijo sin siquiera intentar ocultar su fracaso. Gafitas se rio con fuerza.
—¿Qué tal la derrota? ¿Qué se siente pasar de ser un dios todopoderoso a ser un simple mortal? —se burló—. ¿Algunas palabras que decir en tu defensa, Hwang?
—Nos vemos en la próxima batalla, campeón. Suerte con ese ego que ahora cargas en la espalda —Hyunjin tomó su maleta y caminó hacia la puerta.
—¿A dónde crees que vas? Me debes 15.000 wones —dijo extendiendo su palma abierta.
—Ah, claro. Olvidaba que en tu mundo todo se reduce al dinero —dijo mirando el iPad bajo su brazo y luego volviendo a mirar a Gafitas con el desagrado de siempre.
—No estoy reclamando nada que no hayamos acordado. Aposté que te ganaría en el próximo examen de Narrativas y así fue —seguía con la mano extendida—. Mis 15.000 wones.
Hyunjin sacó el dinero que traía en su bolsillo, eran exactamente 15.000 wones. Suspiró con frustración y se los entregó a Gafitas de mala gana. El chico de gafas sonrió con burla, se fue del salón sin decir nada más y Hwang observó con enojo como se iba caminando todo su dinero para la semana.
