Amor en el silencio © Regresa a Wattpad

Capitulo 44

3 MESES DESPUES

Alessa...

_Okay chicos, tengan una buena semana y quiero su tarea de integrales impropias y Matrices para el jueves a las 7:00am, ni un minuto menos, ni uno más.-

Luego de escuchar al profesor, la campana sonó y todos comenzamos a preparar nuestras mochilas ansiosos por salir.

_Oliver, ¿preparado para el partido de hoy?.- escuche a mis espaldas.

Segui metiendo mis libros a mi mochila, intentando no prestar atención a la conversación que Oliver, Zack y Nathan estaban teniendo a solo unos pocos metros de mi.

Ya habían pasado tres meses de que Oliver me había dejado en su habitación, tres meses desde que me había entregado a Oliver en cuerpo y alma, tres meses dese que mi regla no llegaba, y dos meses desde que me había dado cuenta que estaba embarazada.

Recuerdo el dia que me entere, al principio me sentí devastada, tenia miedo, iba a ser mamá soltera como lo fue mi mamá, no tenia miedo por ser mamá soltera, tenia miedo al pensar que no seria buena madre, que mi hijo sufriría las consecuencias de mis actos como yo las sufrí.

Pense en decírselo a Oliver, sin embargo el, esa mañana, me había dejado claro que no quería saber nada de mi, y tenia miedo que al decírselo se enojara conmigo y me rechazara. No sabia como podía reaccionar y la verdad prefería ahorrármelo.

Mi panza ya se veía un poco abultada, sin embargo gracias a mis chamarras grandes y blusas sueltas, lo lograba ocultar muy bien.

_Claro que si, les tenemos que ganar a los Lobos, como detesto a eso tipos.- dijo Oliver alegre

_Yo también los odio, y más al imbécil que beso a Ana.- contesto Zack enojado.

_Bueno, pero por ese beso tuviste los huevos para decir a Ana lo que sentías.- Contesto Nathan contento.

_Bueno, ya dejen de hablar del noviazgo de mi hermana y de este tarado.- Contesto Oliver fingiendo enojo

En ese momento no pude evitar sonreír feliz al saber que Ana y Zack ya eran novios, en verdad me alegraba mucho por ellos.

Termine de guardar mis libros a la mochila y al darme cuenta que quedaban pocas personas en el aula, me apure y salí de ahí lo antes posible. No quería quedarme sola con ellos.

Camine por los pasillos dispuesta a ir a mi próxima clase, cuando empiezo a sentir nauseas y sin poder evitarlo corro hacia un basurero y saque la poca comida que ingerí en la mañana.

Comencé a escuchar murmullos a mi alrededor y en ese momento supe que todos los alumnos que estaban en el pasillo, estaban viendo mi escena.

Mis ojos se cristalizaron, pero no podía hacer nada mas. Mis lagrimas comenzaron a mojar mis mejillas, hasta que siento una mano en mi espalda haciéndome sentir mejor.

Una vez que ya no tuve nada mas que vomitar, saque mi cabeza del bote de basura y vi a la persona que me consoló hace unos segundos.

Mis mejillas se tiñeron de rojo al darme cuenta que mi profesor de matemáticas me veía con preocupación.

Mi mirada viajo hacia mi alrededor y no pude haberme sentido peor, al ver a Oliver y sus amigos viéndome fijamente.

Volte a ver hacia el piso y abrace mi estomago con mis manos.

_Señorita Dare, ¿se encuentra bien?

Voltee a ver a mi profesor y le sonreí apenada.

_Si estoy bien.- susurre

_¿Quiere que la acompañe a la enfermería?

_No, estoy bien, fue algo que comí, muchas gracias.- dije nerviosa

_Okay.-

Se volteo a ver a toda la multitud y alzo la voz.

_Okay, aqui no hay nada mas que ver, vayan a sus clases y dispérsense.- Ordeno con voz autoritaria haciendo que todos los espectadores dejaran de ver y se fueran.

Yo recogí mi mochila y me fui de ahí lo mas rápido que mis piernas me dejaron avanzar, mientras sentía la mirada de Oliver en mi nuca.

(...)

El frio golpeo mi rostro haciéndome temblar, seguí caminando hasta llegar a la biblioteca y una vez que quise abrir la puerta esta estaba cerrada.

Volvi a intentarlo y si, estaba cerrada.

solte un suspiro y voltee a ver hacia el campo de futbol. Los gritos de las personas se podían escuchar hasta acá al igual que el silbato del arbitro.

La curiosidad me gano y mis pies comenzaron a dirigirse hasta ahí. Cuando llegue, la luz me cegó y el ruido me aturdió, tape mis oídos y mis ojos se cerraron. Cuando me pude acostumbrar a todo ese escándalo voltee a ver hacia el tablero y sonreí al ver que íbamos ganando.

Voltee a ver hacia el campo y no pude evitar poner mis manos en mi panza poco abultada al ver a Oliver correr por el campo ágilmente.

Voltee a ver mi panza y me emocione al pensar en ver a un mini Oliver correr con un balón en la mano.

Me mordi el labio intentando ocultar un sollozo y levante la mirada al escuchar el silbato indicando que el juego había acabado. habíamos ganado.

Sonreí con tristeza al ver como Oliver se quitaba la camisa festejando con sus amigos. Sonreía, gritaba feliz y emocionado, por haber ganado un nuevo juego.

Oliver se acerco a la banca donde estaba la gran cubeta llena de agua y por desgracia, la banca a la que yo estaba mas cerca.

Oliver estaba a pocos metros de mi, lo podía ver perfectamente de frente, sabia que en cuanto levantara la cabeza nuestras miradas se encontrarían, sin embargo mis piernas no querían moverse.

Oliver tomo una botella y bebió de ella unos pocos tragos, para luego tirarse toda el agua en la cabeza, mojándose el pelo y su abdomen desnudo. Se paso una mano por el pelo y levanto la cabeza. Y como dije, nuestras miradas conectaron y no pude hacer nada más que quedarme quieta viéndolo.

Sus ojos me veían con tanta intensidad que no pude evitar volver a poner mis manos sobre mi estomago sintiéndome más segura.

Mis ojos viajaron por todo su cuerpo, pasando por sus hombros, luego sus brazos, después su abdomen y hasta el final su V pronunciada, que se ocultaba por la apretada tela del uniforme.

Recorde su cuerpo sobre el mío, ese cuerpo escultural y bronceado la noche de año nuevo. Mis mejillas se sonrojaron al sentir mis bragas mojadas y mire hacia otro lado, sin embargo seguía sintiendo su mirada en mi.

Respire hondo y me di la vuelta alejándome de el.