Detrás de la cámara. © [Tom Felton]

Capítulo cincuenta y dos. | SEGUNDA TEMPORADA.

— A mí no me gustan.

— ¿Cómo es que me voy a casar contigo? —Preguntó con burla irónica, Tom rió.— ¿KFC? ¿McDonald?

Sentada en la mesa con la orden de papas y nuggets que había pedido yacía la morena observando su comida con un gesto malhumorado.

— ¿Que pasa?

— Nada. —Respondió con indiferencia llevando a su boca un nugget, Tom simplemente la observaba.

— Pasa algo ¿Que es?

— Ya te dije que nada... Solo... No sé porque pediste de McDonald's no quiero.

— Cielo... —Susurró cerrando sus ojos tranquilamente tratando de contener las ganas de responder de una forma que fuese grosera.— Tú lo pediste...

— Pues no me hubieras hecho caso.

Esos a veces eran sus días.

Moa sostenía aquella mirada azul penetrante, el silencio se hacía cada vez más presente haciendo incómodo el momento para los demás que eran ajenos a esa conversación telepática.
Tom se mantenía expectante ante su prometida y su hermano, y no era el único, Emma y Erin también lo hacían aunque esta última parecía más acostumbrada.

Sobre el suelo de la sala yacía el rubio junto a Emma con diferentes tipos de imágenes como ejemplo de decoraciones de boda.

Erin cargaba en el sillón individual sobre su regazo a Willow quien había encontrado la comodidad en el delgado cuerpo, y sobre el cuerpo de la can yacían diversas imágenes de decoraciones naturales.

Daniel sentado en el sofá junto a su hermanita dejaba masajes en aquellos adoloridos e hinchados pies de la embarazada la cual alzó sus labios como pico arqueando una ceja. Potter achicó los ojos retador.

— ¿De que tanto hablarán? —Preguntó Tom observando desconcertado pero divertido a su vez el momento.

— No lo sé pero parece ser serio. —Respondió Emma con una sonrisa ladina.

Los tres ajenos a esas miradas ebtre hermanos volvieron sus miradas a las imágenes seleccionando cuales podrían ser buenas opciones para realizarse la boda haciendo que la sala volviera a estar en silencio, al menos por unos segundos. Daniel pareció abrir la boca ligeramente delatando esos aires de ofendido, Moa sonrió satisfecha.— ¡Pues a ver quien te da masajes! —Exclamó el varón haciendo a todos sorprenderse por su reacción.

— Tom. —Respondió con calma pasando sus pies del regazo de Radcliffe en dirección a donde estaba el rubio quien se acercó a ella arrastrándose para reanudar el trabajo que había dejado aquel Gryffindor, era algo que hacía casi a diario así que no tenía problema.

— ¿Qué pasó? —Preguntó Emma interesada.

— Daniel le quedará bien, es un buen nombre. —Explicó el pelinegro, aquellas miradas entre los hermanos eran para debatir la propuesta del mayor en cuanto al bebé que estaba por nacer.

— Puede que sea niña. —Dijo Moa con una sonrisa de lado tratando de imposibilitar la selección de aquel nombre.

— Por eso te digo que Daniela le vendrá de maravilla si es niña. —Moa frunció el ceño, los tres ajenos soltaron una carcajada ante la visible frustración de la morena por no poder evadir esa propuesta.