𝕤𝕙𝕪 𝕒𝕨𝕒𝕪

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Advertencias: muerte (solo mencionado)

            - ¡Sam! ¡Sam! ¡Sácame de aquí!

Gritó tan fuerte que sintió sus cuerdas vocales arder; estaba temblando, estaba confundido, había muerto, pero estaba de vuelta, su mundo estaba girando y ya no soportaba el pequeño espacio que era la celda.

Sam entró a la celda, su tridente apuntando al otro hombre en el cuarto mientras tomaba al chico, llevándoselo en la plataforma.

-Tommy, Tommy, ¿Estás bien? Háblame, por favor.

La voz de Sam se escuchaba distante, aunque estuvieran uno frente del otro y estaba agarrando sus mejillas con fuerza. Tanto había pasado en tan poco tiempo, esos supuestos meses en los que había vuelto a escuchar las interminables divagaciones de Wilbur que ahora parecían más llenos de locura que antes, solo habían sido dos días; el hecho de que había muerto solamente para que alguien pruebe un punto y que ahora había regresado a la vida.

No sabe lo que pasó después de eso, fue como presionar doble velocidad en una película, saltando una parte que no querías ver para luego terminar en la escena que sí querías ver, pero Tommy no tuvo una opción al decidir qué adelantar, terminando aún más confundido cuando en un abrir y cerrar de ojos estaba fuera de la prisión, la mochila que había dejado en el casillero de vuelta en su espalda y la luz del día cegándolo.

Empezó a caminar, prácticamente arrastrando sus pies por el piso, sus manos aferrándose a las tiras de la mochila como si su vida dependiera de ello y su mente aun tratando de comprender todo lo que estaba sucediendo.

Observó un mural que habían puesto en el camino, era él, una sonrisa en su rostro y un cielo azul junto con nubes rodeándolo, se quedó parado frente al mural, observando en silencio la obra. ¿Realmente se veía así? Había pasado tanto tiempo sin ver su rostro que no estaba completamente convencido que se veía como la persona que estaba en la pintura.

Se dio cuenta que estaba yendo hacia su casa cuando comenzó a caminar sobre el camino de madera, escuchando cada tablón crujir bajo sus pisadas. No mucho había cambiado en el tiempo que había pasado encerrado en esa celda junto con Dream, y no sabía si eso era bueno o malo. El primer cambio que notó fue un nuevo edificio, justo frente a su hotel, era amarillo y negro, y Tubbo se encontraba sobre este, construyendo.

- ¿Tubbo? –su voz sonó como un susurro, estaba seguro de que su amigo no lo había escuchado y estaba a punto de aclarar su garganta cuando observó a su amigo voltearse y soltar un grito en sorpresa, casi cayéndose del andamio sobre el cual estaba.

-No puede ser –el chico respondió, su voz temblorosa, como si estuviera conteniendo lágrimas—. Eres... eres un fantasma, ¿Verdad?

- ¿Qué? –Tommy preguntó—. No, claro que no.

-Pero, pero tú habías muerto, Sam me lo dijo.

-Estoy aquí, Tubbo, reviví.

Abrió sus brazos, casi esperando que el chico vaya corriendo hacia él, abrazándolo solo para mostrar que estaba ahí, que no estaba muerto y que podían regresar a como todo era antes.

Era casi como si estuviera tratando de buscar ese "te amo" sin palabras.

-Déjame pellizcarte.

- ¿No te debería pellizcar yo?

-Sólo déjame hacerlo.

Los dos se pellizcaron sus brazos, sintiendo ese pequeño dolor recorrer sus brazos, pero para Tommy se sintió como regresar a los golpes que Dream le había dado, la imagen del hombre tirándolo al piso con su puño levantándose en el aire quedándose en su mente por unos segundos más de lo necesario; Tommy inmediatamente cubrió el lugar donde lo habían pellizcado con su mano, borrando la imagen de su mente de un modo forzado.

𝓶𝓬𝔂𝓽  -  𝓸𝓷𝓮-𝓼𝓱𝓸𝓽𝓼Where stories live. Discover now