𝕕𝕖𝕡𝕒𝕪𝕤𝕖𝕞𝕖𝕟𝕥

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Advertencias: spoilers para el directo de tommy (01/03/21)!!!!! en serio no lean si no lo vieron!!!!!!


Diecinueve días, diecinueve días en los que había estado confinado a la celda junto a Dream, la persona que le había hecho tanto daño del cual no se había recuperado aún.

En el contrato solamente decía siete, ¿Dónde estaba Sam?

Los primeros días fueron lentos, demasiado, se sintieron como meses, estando atrapado en esa caja de obsidiana mientras trataba de no mirar a Dream, de no reconocer su presencia, acercándose tanto a la lava que se sorprendía que no lo quemara aún.

Cuando finalmente entró en razón de que pasaría un tiempo hasta que Sam lo sacara de la celda, decidió voltear hacia su compañero de celda, quien le había tratado de hablar por todos estos días.

Las conversaciones realmente no eran conversaciones, eran quejas por parte de Tommy, diciendo que esto era peor que el exilio, pidiendo ser sacado, llamando por el nombre de Sam. Se sentía inútil, podía sentir la esperanza resbalarse entre sus dedos.

Pero no dejó que Dream le vuelva a llenar la cabeza con sus palabras, sus frases que tanto lo habían arruinado. Regresó a ser molestoso, repitiendo frases, haciendo sonidos solamente para enojarlo, todo en esperanzas de que lo deje en paz, que se dé cuenta que sea lo que quiera hacer no iba a funcionar.

Dream empezó a enojarse, gritándole la orden de que se calle, no queriendo escuchar sus quejas más.

En el día diecinueve Sam apareció de nuevo, estaba detrás de la lava y la única indicación de que estaba ahí era el sonido de las botas de su armadura resonando por el cuarto y el intercomunicador por el que les hablaba.

- ¡Sam! ¡Tienes que sacarme de aquí!

-No puedo hacer eso, Tommy –respondió en una voz calmada, la seriedad en su voz siempre le traía escalofríos a la espalda del chico—. Aún no sé quién detonó la dinamita cerca la prisión.

Le prometió que lo sacaría lo antes posible, que no se preocupe.

Tuvieron otra discusión, los temas yendo entre lo insoportable que era Tommy, Tubbo en general, el libro que Schlatt le había dado a Dream, no sabían cuando exactamente empezaron los golpes, pero entre las oraciones que decían siempre había un puñetazo de por medio, eran mucho más ligeros de lo que hubieran sido fuera de la prisión, la fatiga haciendo que den golpes que, aunque no eran suficientes para dejar heridas, dolían.

-Sabes que te puedo matar ahora –Tommy afirmó, sus manos encerradas en puños que estaba tratando de mantener en forma con tanta fuerza que sus nudillos eran blancos.

-Tommy, no me puedes matar, nadie lo puede hacer –Dream le dio un golpe, directamente en la mejilla, haciendo que el chico termine en el piso, sus puños finalmente abriéndose para que sus palmas lo protegieran de ir de cara contra el piso.

La discusión siguió, sus voces alzándose mientras Dream daba los golpes, Tommy logrando defenderse usando sus brazos como escudo para su cabeza.

Ya estaba cansado, solamente queriendo terminar con esto y salir de la prisión, dormir en su cama, tener su hotel, ser feliz de nuevo.

Dream le dio un golpe en la cabeza con demasiada fuerza, haciendo que todo se vuelva negro.

Fue extraño, lo que vino después, mareos, falta de aire, sintió su corazón detenerse por unos segundos y sintió como la textura de la piedra negra debajo de él se convertía en tierra, el olor a pasto recién cortado llenando su nariz.

𝓶𝓬𝔂𝓽  -  𝓸𝓷𝓮-𝓼𝓱𝓸𝓽𝓼Where stories live. Discover now