Manual para un esposo desesperado.

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¡Hola mis bonitos lectores! Soy yo otra vez molestando con esta pobre historia. Dije que sacaría el extra hace casi un mes pero pasaron cosas, ahora sí. El capítulo esta dedicado para mi CamiUzumaki316, quien me dio la idea del epílogo y el extra (Cami por tu culpa no puedo decir extra o Ibe sin reirme XD), mujer te amo, me da ternura ver que partimos de esta manera, AAAAAAAAH, solo espero que te guste, ahora me haré bolsita de ansiedad. 

Muchas gracias a quienes me acompañaron en esto.  

—¿Me amas?

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—¿Me amas?

—Sabes que sí. —Él lo musitó suavecito, casi con temor a ser escuchado. Un tenue rubor se expandió en sus mejillas, aún bajo la estridencia del partido ninguno se pudo concentrar. Mirarse fue una caricia de almas.

—¿Más que a Buddy? —Él rodó los ojos, divertido.

—Mucho más. —Sus hombros se rozaron con timidez, el vapor de los perritos calientes le cosquilleó debajo de la nariz—. No le digas o se enfadará conmigo. —Sin embargo, ya estaba embriagado, porque Eiji Okumura siempre olía bien. Aunque usasen el mismo shampoo y lavasen la ropa con ese detergente de lavanda, él era especial.

—¿Más que a Nori Nori? —El moreno se congeló antes de mirar su suéter por instinto, realmente le encantaba esa caricatura—. ¡Eiji! —Fue hilarante—. ¿Estás dudando? —Ese gimoteo lo ahogó en una ternura desmesurada. Era impresionante la facilidad con la que su esposo pasaba de genio presumido a niño berrinchudo.

—Tú ganas, a ti. —El japonés lo trató de consolar dándole mimos en la espalda, cuando en verdad estaba rezando para que no notase ese horrible estampado debajo de su chaqueta. Era gracioso contemplar a tan imponente hombre hacer pataletas por un pájaro feo.

—¿Más que a Jade?

—Es mi hijo, Ash. —En lugar de profesarse dolido—. No quieres escuchar esa respuesta, saldrás perdiendo. —Él suspiró embobado. Sus sortijas chirriaron apenas sus dedos se entrelazaron.

—Lo es. —Ya se iba a cumplir un año desde que se casaron, no obstante, todavía no lo terminaba de procesar. Sus hombros se relajaron, sus converse se hallaban empapadas de gaseosa, la banca de madera era rasposa.

—¡Me siento orgulloso de él! —Max lloriqueó con fuerza contra el hombro de Griffin mientras Jessica le daba palmadas en la espalda—. Está tan grande.

—Es el bateador más talentoso de su equipo. —Aunque el béisbol seguía siendo un tema para Ash Lynx que Michael fuese el entrenador de la liga lo hizo resignificarlo, cambiarlo de escuela fue la decisión más acertada. El mundo no era amenazante rodeado por las personas correctas.

Sí, fue abusado por Barba Azul, eso no cambiaría, haberse tratado el estrés post traumático no arrancó las memorias de su cabeza como una especie de magia, solo evitaba los flashbacks intrusivos. De repente seguía haciéndose un ovillo mientras sollozaba entre las sábanas, él se sintió impotente, porque no pudo hacer nada mientras lo violaban. Pero aprendió a aceptar que hizo lo mejor que pudo, estaba paralizado por el miedo, incluso se orinó encima cuando lo tocaron, merecía esa compasión de sí mismo. Además, había avanzado, tenía su propia familia, los adoraba con cada fibra de su alma, si su hijo era talentoso en este deporte él lo impulsaría a volar. Él tomó aire, sabiendo que se había perdonado a sí mismo, ese era el primer paso.

Manual para un papá soltero.Where stories live. Discover now