Capítulo 21.

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Amaneció y no dormí nada bien por la ansiedad que tengo de ese juicio, de verdad espero que todo salga bien y a mi favor.

- Buenos días, cariño- Dice mi madre.

- Hola, mamá, ¿qué hora es? - Pregunto.

- Van a ser las 11am, ve rápido a bañarte para desayunar algo antes de ir al jurado- Dice mi madre y noto que al igual que yo, está ansiosa.

Asiento y chequeo mi celular antes de ir a la ducha y me sorprende ver un mensaje de Jake.

- Hola Am, mis padres comentaron sobre el juicio y espero que te vaya bien- Jake.

Si sus padres le comentaron, significa que él sabe sobre mi pasado y mis padres les contaron.

- ¡MAMÁ! - Le grito.

- Dime cariño- Dice.

- ¿Cómo pudieron? - Le digo con lágrimas en los ojos.

- ¿De qué hablas? - Dice consternada y entra mi padre.

- ¿Qué sucede? - Pregunta extrañado.

- ¡LOS PADRES DE JAKE SABEN SOBRE MI PASADO Y EL IGUAL! - Grito.

- Amanda, ellos no saben nada- Dice mi padre.

- Entonces por qué el me escribió esto- Digo mostrándoles el mensaje.

- Querida, ellos creen que es algo totalmente diferente- Dice mi madre y yo me voy furiosa a la ducha de solo pensar en la mentira que les dijeron.

Me ducho y me arreglo para ir a comer algo y de paso estar lista para el juicio. Bajo rápido y me encuentro con Adam y Katie que están en el elevador.

- Estas muy elegante- Dice katie y efectivamente, tengo una camisa blanca en cuello de V, un pantalón y zapatillas negros.

- Mi madre lo compró para hoy- Digo apenada.

- Estás hermosa, espero que te vaya bien- Dice Adam.

- Espero lo mismo, gracias- le digo y ellos salen un piso antes del mío.

Llego al lugar donde están mis padres para comer algo y veo que todos estamos ansiosos por el juicio, lo que es normal porque estamos seguros de que nada de lo que pasó fue mi culpa. Nos la pasamos hablando e intentando distraernos de lo que iba a suceder en un par de horas, hasta que vimos que faltaba una hora; así que mi padre pidió un carro e iniciamos el camino hacia el juzgado.

Al llegar a ese lugar, mis padres parquearon y mi madre me dijo que no me despegara en ningún momento de ellos y obedecí. De repente veo las caras de esas horribles personas y voltearon a mirar hacia mi dirección. Lo que menos quería, mi madre me dijo que los ignorara y así fue.

Esperamos un rato y después entramos a la sala, donde había muchas personas y todas tenían los ojos puestos en mí y no sé si son los nervios o el calor, pero estaba sudando horrible y estaba que me desmayaba.

Empezó el juicio y nos fueron citando a cada uno para decir nuestra posición, lo cual fue muy incómodo porque la mayoría me odiaban y estaban en contra mía. Mis padres habían conseguido un excelente abogado con unos argumentos que dejaban callado a cualquiera.

Pasó una hora y media y la jueza iba a dar su veredicto, pero se presentó un inconveniente y no se terminó el juicio, así que lo aplazaron para fin de año y por lo visto, creo que me darán la razón a mí y a esa gente la enviarán directo a la cárcel.

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