Elena Salvatore, gemela de Stefan Salvatore en 1989 se mudo a Portland, Oregon para empezar una vida donde sus hermanos no estuvieran involucrados y no sea ella la que tenga que salvarlos a cada rato por sus incoherencias. Ella pensaba que por fin...
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Elena Salvatore
<<Estaba caminando en un bosque, llevaba un vestido como los que mi madre me solía usar en 1850. Al final de este bosque se encontraba la antigua casa de mis padres , subí hasta la entrada y abrí la puerta principal encontrándome con sangre por todos lados y cadaveres de muchas personas; y mediante iba avanzando hacia la casa pude observar los cuerpos de Stefan, Caroline, Alaric, Jo, Elena Gilbert, Bonnie, Tyler, Olivia y Matt. Un escalofrío recorrió mi cuerpo, ¿que estaba pasando? ¿Yo los lastime? ¿Donde estamos y quién los mato?.
—Realmente sí tuviste la culpa Lena.— Damon salió de una puerta mientras se dirigía a mi y daba respuesta a las dudas mentales que tenía, lo más curioso era que estaba vestido de traje pero estaba ensangrentado.
—¿Damon...qu-qué estamos haciendo aquí, qué es esto?.— pregunté, pero el tomo mi cuello entre sus manos y empezó a asfixiarme.
—Tú y tu estúpido amorío con Kai nos llevo a la muerte.— mi hermano lo decía con tanto odio y sus ojos solo me observaban con asco.
—Mientes, se que mientes. No soportaste verme feliz junto a él.— mi tristeza me venció y rompí en llanto de solo pensar como Kai mataba a todos sin remordimiento alguno, como mataba a mis hermanos.
—¡Por favor Elena! Despierta ya y date cuenta que ese brujo ya no es el mismo que una vez te enamoraste; el mismo té llevará a tu tumba.— gritó Damon mientras soltaba mi cuello y arrancaba mi corazón.>>
—¡LENA!.— desperté y Stefan me tenia de los hombros moviendo mi cuerpo de un lado a otro.
—STEFAN ESTÁS VIVO.— me tire a abrazarlo.
—Y tú loca, has gritado mientras dormías, ¿alguna pesadilla? ¿Kai te está molestando mentalmente?.— preguntó el mientras colocaba una mano sobre mi frente.
—Cre-cre-creo, ni yo... lo sé, ¿Espera, donde estamos?.— dije cuando me levantaba del suelo con su ayuda.
—En el apartamento de Ric, donde tienen a tu novio sedado y has sido su niñera por 1 semana entera.— me sentó en un sillón y él se inclinaba frente a mi y señalaba un cuarto con Kai dentro sobre una camilla dé hospital.
—Claro, lo siento Stef, es que esa pesadilla me ha dejado aturdida.—
—Más impresionante será la noticia que te daré; necesito tu ayuda también.— dijo él mientras daba un largo suspiro.
