Memorias de la Muerte

Anoche en las trincheras

Corría y corría sin mirar hacia atrás con un fusil colgado en el hombro derecho por aquel frondoso bosque. Le perseguían tres hombres con sus respectivas armas. Se le acababan las fuerzas y empezó a agonizar al respirar. No podía más, no sabía que hacer. Lo único que le daba fuerzas era el recuerdo de su hija. Los hombres que lo perseguían le fueron poco a poco alcanzando. Yo ya veía que iba a llegar mi momento. Realmente lo que más deseaba yo en ese momento era que dejara este mundo pensando en su hija.

Al final lo rodearon los tres hombres. Le dijeron que se diese la vuelta. Él obedeció de sus ojos marrones oscuros salían gotas y gotas de agua, cada una de ellas iba dedicada a su hija. Pobre hombre, aquel soldado francés me había ayudado mucho en esta guerra mundial. Ojalá fuera la primera y la última. Los soldados ingleses colocaron sus fusiles y una de ellos disparó. La bala corrió generando un extraño ruido en el aire y fue a parar al centro de la nuca. Se oyó el grito del francés en todo el bosque. Le quité la vida lo más rápido posible para que no sufriera al llegar su última lagrima. Le di un beso en la frente con mis negros labios y fui.

Encontré una mujer, debía de ser muy valiente para hacerse pasar por hombre e ir a la guerra. Aquella joven francesa cuyo nombre no recuerdo cogió lo poco que tenía y fue a hacerse soldado. Se cortó el pelo y disimuló sus pechos para hacerse pasar por un hombre. Se alistó en el pueblo más cercano y fue ascendiendo puestos hasta ser comandante. Quería vengar la muerte de su padre, muerto un año atrás cuando ella tenía 15 años. Ahora haciéndose pasar por un hombre había llegado muy lejos pero lo triste es que le esperaba el mismo futuro que a su padre.
La chica montaba en un corcel blanco a través de aquel bosque en el cual yo ya había estado pero esta vez no era a ella a quien perseguían sino que era la que perseguía a un hombre moribundo. Al final lo alcanzó y sin piedad disparó a aquel hombre sin escrúpulos. Realmente era una venganza, aquel hombre había disparado a su padre y ella había investigado consultando con alguna amiga de Londres para averiguar quien era y al final había vengado la muerte de su padre. El hombre yacía muerto en el suelo y mientras lo enterraba le atacó la culpabilidad. Le fue carcomiendo el cuerpo hasta que no pudo más y se suicidó dejando su misión en la Tierra acabada.

Se pueden leer muchas historias en las lágrimas. Me sorprende que alguien tenga la fuerza como para pensar que su hija se suicidaría después de matar al hombre que lo asesinó.
Dejé aquel perturbado lugar desapareciendo entre las sombras de los grandes pinos que nos rodeaban

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Espero que os haya gustado, la historia es complicada porque bueno era todo lo que pensaba el hombre antes de morir.