Capítulo 6: Sentimientos no homo

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Clarke

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Clarke

Las memorias de la noche anterior se encontraban algo borrosas. Me levanto, cansada, de la cama y me quedo sentada en la orilla del colchón planteándome que estoy haciendo con mi vida. No estaba acostumbrada a beber de esa manera, mucho menos en ese ambiente.

Las fiestas me encantaban, y el alcohol... Bueno, no tanto. Pero, por algún motivo, ayer me sentí con la confianza suficiente y lo hice. Bebí hasta que supe que no podía más y me vi con la necesidad de parar.

Por suerte, no hice ningún show de mala calidad frente a toda la universidad y mi reputación seguía intacta.

Mientras enfrento los efectos negativos de la resaca, mi mente logra recordar un pequeño destello de la noche anterior. Tiene que ver con una chica de color lila y sus piernas enredadas en las mías mientras intenta sacarme información. Siento la boca seca con solo pensar en eso.

El recuerdo fue breve, algo corto, pero el sentimiento de bienestar que se extendió por todo mi cuerpo no lo fue.

Siento que necesito aclarar: Nessa no me gustaba, pero si me atraía de cierta forma. Me llamaba la atención su personalidad, lo competitiva que llegaba a ser y como siempre se esforzaba por llegar a la cima. La manera en la que rascaba su nariz pecosa cuando estaba nerviosa, en cómo sus ojos claros me miraban con esa rivalidad...

En definitiva, ella era del tipo de rompecabezas que me gustaba armar.

Trago saliva antes de levantarme. Por suerte, no me duele la cabeza, pero si el cuerpo y sigo teniendo sueño, mucho sueño. Aún así, creo que puedo soportarlo y comienzo a prepararme para llegar a la universidad a tiempo.

Al mirar mi teléfono, confirmo que se me ha hecho tarde y sonrío, dolorida, antes de mandarle un mensaje a Nessa.

Clarke: ¿Qué tan bueno fue lo de ayer? Hoy desperté con un dolor increíble en los muslos así que asumiré que fue increíble.

La verdad es que mi modo horny no se apaga ni porque me ande muriendo.

Sé que le molesta que le coquetee de una manera tan descarada, pero no por lo que digo, sino porque la desconcentro y le hago perder el control que tanto anhela.

Verla fuera de sus casillas es como mi pan de cada día.

La primera vez que la vi en la universidad pensé en lo bonita que era y en los bonitos labios que tenía. Creí que tendría oportunidades de ligar un poco con ella o algo así. Hoy, meses después, puedo decir con certeza que detrás de la carita de ángel que tiene la descarada, oculta un gran demonio.

Nunca había tenido que preocuparme por mis calificaciones y mi destino en la facultad hasta que ella llegó y me hizo sudar frío con solo una mirada. La vergüenza me carcomía al saber que, ella siendo una estudiante de primer año estaba superándome a mí, una estudiante de segundo con solo meses de su llegada.

Si no llega el mañana Where stories live. Discover now