《 REUNIÓN 》

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—¡Todo está mal! —exclamó con impotencia el tricolor —¡No hay explicación de cómo casi todas las capitales del mundo hayan sufrido al mismo tiempo! ¡Ni un país tiene la capacidad de hacer tal barbaridad!

—Cálmate, México.

—El pibe tiene razón —acompañó el bicolor y se paró al lado de su amigo — ¡Exigimos una explicación!

Y así algunos países de distintos continentes comenzaron a alzar la voz con la finalidad de poder tener una explicación y saber del involucrado.
ONU, quién trataba de controlarse ante tanta bulla, se sentó en su silla para poder darse un respiro y no sentirse tan abrumado, pero los gritos no le ayudaban para nada. FBI al ver a su amigo en ese estado, sin tener opción, sacó su arma y disparó hacia el techo.

Todos se callaron.

ONU lo miró intrigado y con cara de "mi techo, estúpido" pero agradecido ya que todo estaba en silencio. Ya luego lo arreglaría.

Aprovechó el momento de paz y optó por hablar.

—Uno a la vez, please.

Rusia levantó la mano.

—¿yes?

—Creo que hablo por todos cuando pregunto sobre; ¿qué está pasando con nuestros territorios?

Los países asintieron esperando ansiosos su respuesta.

No supo contestar al instante, para ser sinceros, no había recolectado ninguna información. Ni siquiera las más grandes organizaciones de inteligencia han obtenido algo, no se ve nada en las cámaras de seguridad, ni tampoco hay testigos...

—Además, Kazajistán no aparece y me preocupa.

—¿Ahora desaparecen países? —inquirió el boliviano.

Como vió que ONU no se dignaba a comentar, FBI se adelantó.

—Kazajistán es un tema aparte a lo que concierne esta reunión.

—¡Es mi hermano!

—Tu hermano está bien.

—¡¿Usted cómo lo sabe?!

—Se comunicó con nosotros la semana pasada.

Esperó que con eso sea suficiente para que dejara de preguntar.

El ruso sin estar del todo convencido se mantuvo en silencio y con la mirada seria se sentó nuevamente.

—No hay nada que nos lleve al causante de estos ataques, nunca se había visto tal atentado en todos los países. —levantó la mirada y entrecejó el fruncido — no quiero ni imaginar si vuelve a ocurrir —dicho esto, se escucharon varios murmullos y quejas —¡Silencio! ¡Nosotros seguiremos investigando, pero por ahora quiero que ustedes regresen a su respectivo país y se mantengan protegidos. No se queden en su capital que probablemente el atentado ocurra en el mismo sitio. Mantenga alerta a su ejército, a la fuerza armada, a toda la población si es posible! — ordenó con firmeza y por último añadió —. No sabemos a qué o a quién nos estamos enfrentado, sea lo que sea, esto no es un juego y estoy casi seguro que este no será la última vez que suceda.

Muchos latinoamericanos tenían en mente una idea, algunos coincidían pero nadie se atrevió a decirla. Nadie, excepto Brasil.

—Si está situación se sale de sus manos, tenemos todo el derecho de usarlos ¿No es así?

—¿De qué estás hablando?

—Creo que sabes perfectamente a qué se refiere. —intervino Australia.

La organización de las naciones unidas resopló frustrado, lo que le faltaba.

—Ya hemos hablado de ese tema. No es tan grave como para-

Italia lo interrumpió indignado.

—Hay miles de heridos y muertos en cada país, no hay que tomarlo a la ligera, ONU. Usted mismo lo dijo, debemos mantenernos protegidos.

—¡Solo quédense en sus naciones! No hay necesidad de romper el acuerdo.

—Pero wey, ¿Que pasaría si los ataques se incrementan? ¿Cómo nos defendemos?

—Aunque odie admitirlo, México tiene razón. —habló por primera vez el estadounidense.

Japón lo miró con seriedad, muchas cosas estaban pasando por su cabeza, por ejemplo, quien podría ser el responsable.

—Estados Unidos de América, te veo tan calmado. —empuñó sus manos.

Usa la miró.

—¿Excuse me?

—Tus primeros rivales fuimos las primeros víctimas, eso da mucho que decir.

El de lentes oscuros al escucharla se dirigió hacia la japonesa de manera amenazante.

—¿Qué estás tratando de decir?

—Solo tú eres capaz de hacer semejante cosa y como siempre la ONU y demás organizaciones te están encubriendo.

—¡Te recuerdo que también fui atacado!

—¡Seguro para no levantar sospechas! —se exaltó y lo señaló con el dedo —. También usaron bombas y digamos que eres un experto en eso ¿no? —dijo con ironía.

—Japón, no permitiré tal falta de respeto hacia los que intentamos ayudarte a ti y a todos los demás —hizo una pausa para después continuar más calmado —. Y para tranquilizarla o tranquilizarlos —miró a la mitad de los países, sabía que ellos también pensaban como Japón —Usa no es el responsable, es imposible que un país haya hecho esto, todos han sido perjudicados. Así que absténgase a no acusar. ¿Algo más que decir, Japón?

Corea del Norte la agarró del brazo y la obligó a sentarse, se estaba metiendo en territorio equivocado.

—Usa, vuelva a su asiento. —ordenó mirando unos papeles que alguien había llevado hace unos instantes y continuó —. Cualquier cosa que me informen, les avisaré, confíen en mí. Pueden retirarse.

Y así cada país se dispusieron a irse pero antes que Rusia llegara a la salida, detuvo su andar y sin mirarlo a la cara, le dijo con amargura.

—Espero que tengas todo bajo control y sepas elegir bien tus opciones porque lastimosamente dependemos de tus acciones. Y si alguien resulta herido; el único culpable serás tú.

—Retírate, Rusia.

—Como ordene, Señor. —dijo con ironía y se marchó.

La organización  de las naciones unidos estaba mal, parecía que en cualquier momento iba a estallar del estrés. La situación era gravísima, demonios, muy gravísima.





Continuará...

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GUERRA SOBRENATURAL (countryhumans)Where stories live. Discover now