Prólogo

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Prólogo

 
La madre de America había cancelado la salida de la chica con sus amigos, ella a menudo odiaba ser menor de edad y no poder controlar esos aspectos de mi vida. En lugar de estar arreglada y a punto de salir a una fiesta, le había tocado  sentarse en el restaurante de un hotel de lujo y fingir no estar molesta, estaba acompañada por su hermano menor y la mujer que le dio vida.

—America sé que no estás feliz de estar aquí, pero los Wright fueron muy amables de invitarnos a uno de sus hoteles y son unos clientes de muchos años —comentó la mujer—. Así que espero que colabores y te comportes ahora que ya están por llegar.

—No entiendo que tenemos que hacer America y yo en una cena de adultos, ni siquiera somos mayores de edad —dijo el muchacho rubio.

—No es una cena de negocios mi amor, es más una cena de familias cercanas —Acarició el cabello del adolescente—. Durante muchos años hemos sido los que les proveemos licores a estos hermosos hoteles, así que los Wright son nuestros amigos.

—Yo tengo diecisiete años y no los recuerdo de nada —La pelinegra se encogió de hombros.

—El señor Harvey vive en Londres y está de visita con su esposa y sus dos hijos menores, el mayor siempre ha vivido acá en Nueva York —prosiguió la mujer sin inmutarse de mi comentario—. Los dos chicos varones son contemporáneos con las edades de ustedes, por eso pensé que sería buena que todos cenáramos juntos.

La conversación no se extendió más allá debido a la llegada de los Wright, con extrema cortesía los adolescentes fueron presentados y de la misma manera se sentaron a comer. America y Luke Hayes  decidieron actuar de forma decente y recatada, aunque ambos no aguantaban las ganas de comenzar a hablar por lo bajo.

El señor Wright era amable y sereno, a su esposa se le notaba que quería destacar por encima de todos, el hijo mayor permanecía callado y analítico la mayoría del tiempo, la niña se quejaba de todo y el del medio parecía querer huir de todo lo que estaba pasando.

Pero cuando la señora Lana Wright tratando de decir palabras más complicadas para lucir más refinada se equivocó, la risa amenazó por salir del cuerpo de la adolescente. Aunque ella pudo controlarlo estaba segura de que al menos se había mostrado un indicio de burla, miró a su alrededor y se dio cuenta que los únicos que lo habían notado eran los dos chicos Wright.

El mayor la miraba con desaprobación, aún teniendo dieciséis años no soportaba las faltas de respeto en la mesa.

El del medio parecía querer reír con America, por mucho tiempo había querido burlarse él mismo de su madrastra.

Así que al final de la noche cuando todos se de pidieron America decidió que Samuel le caía muy bien, pero su hermano mayor Nathan no tanto.

Unusual LoveWhere stories live. Discover now