13. ¿Qué paso?

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El cuarto había tomado un silencio incomodo llegando a desesperar, tres chicas viéndose al mismo tiempo no era una buena señal y claro no después de esa incomoda situación en la que se encontraban la albina y la rubia, el susurro de la pelinegra rompió ese devastador silencio que por supuesto nadie la pudo entender hasta que en cierto momento retumbo por toda la habitación el cuerpo tan ebrio de la recién llegada sin dudarlo la peliblanca fue en su ayuda llevándola hacia la cama.

- Carajo Saotome ayúdame - dijo la albina al punto de un colapsó por la rubia que solo se le podía notar con un humor no muy bonito que digamos.

- maldita sea porque tendría que ayudarte es más porque ayudas a Yumeko que está hasta el tope de la borrachera que tiene.

La mayor acomodo suavemente a la pelinegra fijándose que no tuviera ni un golpe que pudiera ser grave hecho eso la acobijo y siguió la pelea con la de ojos ámbar.

- tienes que ser tan molesta, no era de mucho que me ayudarás con Yumeko sea como sea ella necesitaba ayuda y tú solo te quedaste ahí parada como si nada.

- Creo que alguien no sabe cómo es en realidad esa estúpida, porque tienes que ser tan amable y al mismo tiempo tan irresistible.

- ahgg no me cambies la conversación rubiecita y mejor retiraré cualquier alfa podría olerte y así si tendrías graves problemas.

- ni siquiera el hecho de que esté en celo te provoca excitación? 

- ni loca, te lo dije yo no puedo caer ante ti y no lo hare.

- jajaja me gustan los retos Vicepresidenta, bueno me retiro tienes algo de razón, debo irme antes de que otro alfa pueda tenerme antes que tu.

- si, si como sea pero ya vete en cualquier momento podría despertar Yumeko o llegar mi hermana.

- me podrías acompañar - dijo la baja con un puchero que Ririka no pudo negar.

- ya okey, pero antes me podrías dejar cambiar me, grito enojada porque efectivamente seguía desnuda.

- pero porqué si te vez tan bien así - respondió con un Acercamiento al cuerpo del alfa que no estaba de mas decir que tenia de que presumir.

- No tendría ningún problema en salir así pero luego no te vallas a quejar si en el camino se me arriman las omegas.

No pudo ante ese comentario solo imaginar a la peliblanca con otra Omega que no fuera ella le hacía hervir la sangre y tuvo que dejarla cambiarse. Omitiendo el hecho de que la rubia estuviera manoseando o coqueteando con la ojiazul todo iba bien, la presidenta por suerte del destino no había aparecido y Yumeko seguía dormida, rápidamente se retiraron de la habitación y como por arte de magia ya se hallaban en la sección de las omegas solo faltaban unos cuantos dormitorios para llegar, se podía ver un silencio incómodo en todo el trascurso del camino que por supuesto Mary rompió.

- discúlpame, esto del celo me tiene loca normalmente no hago este tipo de cosas pero está vez al estar tu era imposible que me controlara.

- no te preocupes se lo que hace el celo en las omegas esto ya es normal para mí.

Los pasos de la rubia se detuvieron algo que a Ririka se le hacía raro, podía ver que esa Omega tenía un semblante oscuro era obvio que se había enojado nuevamente.

- Q- que te pasa Saotome si te quedas ahí jamás vamos a poder llegar a tu dormí... Diablos debió de haber huido de ahí pero a nuestra albina le encanta el sufrimiento o tal vez era demasiado ingenua y nueva en esa área de hablar con gente y bueno que la de ojos ámbar la allá acorralado nuevamente la ponía los nervios de punta. 

Academia de Alfas y Omegas!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora