¡Complejo AS! © ONE PIECE

Capítulo 1: ¡Nervios de hermanos mayores!

Hack juraría que Koala se quedaría sin voz por tanto gritonearle a su aniñado superior, mismo que se encontraba casi vibrando de la emoción..., pero holgazaneando.

—¡Sabo-kun! —Koala se golpeó la frente contra su mano, tratando por novena vez que el hombre rubio revisara los documentos—, ¡presta atención!

Estuvo tentada a golpearlo, pero no tenía fuerza, recién salía de la fiebre y no estaba totalmente recuperada.

Y su jefe no le daba garantía a su recuperación.

—Algún día de estos tu sombrero desaparecerá —gruñó, Hack trago duro al notar el aura espeluznante que la rodeaba.

Se levantó y se dirigió a la chica, tratando de calmarla:—Tranquila, tranquila, recuerda que esta muy emocionado y eso lo tiene distraído —dijo, moviendo las manos, como si tratase de apaciguar su enojo con ellos.

Ella alargó un suspiro rendido y asintió:—Lo sé, y estoy feliz por eso, pero... —Elevó su puño y una vena de su frente se sobresaltó—, ¡no por eso lo dejaré holgazanear!

Golpeó.

Sabo grito sosteniendo la zona adolorida, y se giro, encontrándose a una muy molesta Koala y un Hack suspirando. Sonrió nervioso, maldiciendo al cielo por ser tan distraído, a veces.

—¡¿Quién te dijo que puedes descansar?! —Le entregó los documentos y le dejó la pluma enfrente suyo. Sabo trago duro—, ¡tienes una hora!

—Claro —asintió, y ella, dándole una última amenaza, se retiro a su escritorio. Alzó la ceja y miró a gyojin—. ¿Qué le pasa?

Éste se cruzó de brazos, incrédulo:—Tenía treinta minutos llamándote a gritos.

—¿En serio? —Frunció el ceño, el contrario le dio una respuesta afirmativa—. Oh, no lo note.

—Me di cuenta —Colocó una mano en el hombro de su superior y palmeó cansado—. ¿Cuándo se van a reunir?

La sonrisa que le dio Sabo no podría compararse con ninguna otra antes vista. Hack igual sonrió, era agradable tener a Sabo básicamente con los ojos brillantes y una sonrisa que le daba calambre facial a cualquiera.

Una sonrisa que solo sus hermanos podían causar.

—¡En dos días! —exclamó felizmente—, ¡por fin podré verlos después de tanto tiempo!, ¡¿sabes lo horrible que fue despedirme de mi hermanito en Dressrosa?! ¡También no ver a Ace!, aunque lo visite hace un mes —Lloriqueó—, ¡igual tengo mucho tiempo que recuperar!

—Ya veo —rió—. Ace estuvo inactivo durante un año, ¿verdad? —preguntó desconfiado de su información.

—Sí —suspiró—, fue el tiempo de recuperación para Ace y Barbablanca, ambos resultaron muy malheridos de la guerra —Hizo mueca, recordando que casi perdía a sus dos hermanos ese día.

Apretó los puños. Hack se percató de la mirada abatida de Sabo y se apresuró a hablar:—¿Y dónde se verán?

Los ojos brillantes del rubio volvieron en un santiamén:—¡En el barco de Shirohige!

El gyojin le mando sus condolencias a todos los que vivían en el dichoso barco, especialmente al cocinero; si ellos apenas podían con las pocas pero extremadamente locas y peligrosas decisiones precipitadas de Sabo, no se imaginaban al resto.

Especialmente a los del menor, pues los rumores decían que era un desastre sonriente con dos piernas y con un gran apetito que rivalizaba hasta con el de los gigantes.

Y por lo que Sabo le había contado de él, tampoco podía negar mucho esos rumores.

—Me pregunto si a Luffy le seguirán gustando los escarabajos —oye murmurar al de la cicatriz—, ¿Ace querrá que le lleve carne de cocodrilo? ¿O la cazaremos allá? ¿Pero y si a Luffy se lo vuelve a comer otro? —se cuestionó nervioso mientras se agarraba del cabello.