Está bien- Acepto el trozo de pan y le dió una mordida, a la par con el castaño el cual sonreía por qué ella aceptará. Estaba felíz, el que ella se tomará el tiempo de verlo y venir hasta aquí lo hacía feliz. Que ella se preocupara y lo ayudará le daba alegría a su día y es que. Desde la primera vez que la vio se enamoro perdidamente de ella

"Es un ángel" Pensó la primera vez que la vio ya hace cinco años. Era un refugiado, su aldea había Sido arrasada por soldados en busca de esclavos. El como pudo ayudo a la gente a huir, sentía que era su deber. Más aún a los niños del orfanato que lo cuidaron ya que por lo que sabía sus Padres lo abandonaron a su suerte en las calles con dos meses de edad. La criada lo recogió y lo acogió en lo que el llamo casa por 15 años

Ni siquiera sabía su nombre u apellido, quienes dirigían el orfanato lo nombraron como Eren Jeager y conservo el nombre siempre. Fue capturado y enjaulado, llevado a este reino en dónde le dejaron muy en claro que sería un esclavo para venta o trabajo pesado

Llegó con su rostro vendado, con espacio únicamente para que sus ojos vieran libremente. Mientras caminaba al calabozo la vió, a la chica más hermosa que se había cruzado en su vida. Era alta, quizás igual o solo un poco más pequeña que el, tez blanca fina y pulcra. Parecía de porcelana su perfecta piel lechoza.

Ojos grises, tan oscuros y misteriosos como brillantes y vívidos. Adoro sus rasgos definidos, unos ojos rasgados sutilmente y pestañas negras como la noche. Labios rojos al carmín, un tono hermoso. Cabello negro Azabache sedoso, algo corto pero igualmente bello. Además de una figura preciosa... Se había enamorado a primera vista, ni siquiera sabía su nombre y lo único que quería era conocerla

Una patada lo saco de su realidad haciendo que avanzará y la perdiera de vista. En ese momento el pensó que tal vez para siempre. Pero el destino fue géneroso, y la llevo a el de nuevo. Recuerda que eras de noche, ella vino con un cesto de comida y algunos analgésicos para él. Su primer pensamiento fue acercarse, pero rápidamente se dió cuenta de su estado. Retrocedió como un vendaval y se refugió en la oscuridad- Tranquilízate. No voy a lastimarte. Quiero ayudarte, por favor- Esas palabras eran tan dulces. Y de inmediato se enamoro de su voz, pero que podia hacer el ante esa situación- Agradezco la ayuda. Pero es mejor que te vayas- Ella negó- Te ví con tu rostro vendado. Debes de tener heridas en el rostro no- Su pecho se estrujó, quería gritar- Eso no es importante. Solo vete- Ella negó de nuevo, y se acerco peligrosamente a él. Por instinto se alejo de ella- Por favor vete. Te lo ruego- La Azabache solo pudo mirar con tristeza, ¿Porque renegaba tanto su ayuda?- Por favor. Déjame ayudarte, no debes de estar en ese estado. Nadie debería estar así. Por favor- Sus palabras. Dulces, no pudo evitar que su corazón fuera a un ritmo más acelerado. Ante todo se acerco, peligrosamente, se sentó en frente de ella y la miro "Es aún mas bella de cerca" Se dijo a el mismo.

La Azabache suspiro aliviada, le extendió los alimentos- Come. Te dará fuerzas- Con fuerza de voluntad tomo la comida y la probó muy despacio. No quería que se notara su hambre, vio por el rabillo del ojo una diminuta sonrisa en su rostro. Le calentó corazón- ¿Por qué ayudas?... Quería decir, hay muchos más que también les vendría bien tu ayuda... ¿Por qué yo?- Se Pregunto. La Azabache suspiró un poco- Bueno. Tienes razón, pero cuando te ví, supe que eras el que la necesitaba ayuda. Los vendajes en tu rostro no lo mostraban pero parecias necesitar desesperadamente ayuda. Además tienes el rostro vendado. Muy buena señal no es- Vaya que lo sorprendió. De entre todos lo eligió a él- ¿Puedo quitarte los vendajes?... Debería de darte algo de estos analgésicos, y mirar tus heridas... ¿Quemaduras tal vez?- Pregunto con voz suave- No... El juego de unos idiotas- Ella Enarco una ceja. ¿A qué se refería?- ¿Que quieres decir?- Pregunto. El trago duró- Me gustaría no hablar de eso. Mucho menos que mires mi rostro- Ella se mordió la lengua- Por favor. Solo quiero ayudarte. Prometo no hacer nada mas que eso- Esas palabras sonaban tan bien... Lo tento a aceptar- Los vendajes no es para una herida... Es más bien para cubrir el resultado de una... Más bien unas- El suspiro- Todos los que me han visto son estás vendas han quedado hastiados. Muy seguramente ti igual- La Azabache solo lo pensó. Le puso una mano en el pecho y lo miro- Prometo que no- Le regaló una sonrisa que le dió ganas de seguro viviendo

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