Marcas

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Ningún impedimento detiene la fuerza que tiene el corazón

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Mikasa era una chica dulce, amable y sumamente cariñosa con quiénes le importaban. Para ser criada en un palacio era una mujer sencilla, al contraste de sus padres los cuales velaban más por su poder que por su hija misma

Tenía una vida muy acomodada, sin embargo contrario a lo que piensa la gente es muy capaz de si misma. Y es que jamás le gustó que la trataran como solamente una princesa, era más capaz que mucha gente en diferentes tareas

Era un poco rebelde con sus padres y con razón, pues la idea de casarse era altos je no quería hacer y menos porque ellos lo dictarán. No la mal entiendan, no porque crea que el matrimonio es algo horrible o algo por es estilo. Todo lo contrario, y es que de niña había asistido a muchas bodas. Le parecían hermosas y un acto de amor verdadero para aquellos que se amasen de verdad. Pero la idea de casarse con alguien a quien ella no ama era alguien que no pensaba hacer

Sus padres preparaban su matrimonio con un desconocido desde que tenía solo 10 años. Ahora nueve años después estaba a tan solo unos meses de que su "Boda soñada" se diera. Más aún aquel hombre con el que casaría apenas y si lo conocía. No quería desperdiciar su vida en un matrimonio que jamás la haría feliz, sabías que sus padres solo la veían como una incubadora para que su descendencia se mezclase con la de un reino cercano por el beneficio de que les traerá mejores relaciones y demás

Su vida había Sido desde Pequeña adoctrinando la a tener que guiar a su reino, y casarse porque sí. Libertades tenía pocas sin romper las reglas de sus padres. Sin embargo no todo era tan malo, vivía bien y demás. Pero lo que realmente le traía alegría era bajar a las mazmorras del castillo a visitarlo

Eren Jeager. Era un esclavo que vivía en las celdas del Castillo, su único único amigo. No la mal entiendan, si fuera por ella el y todos los esclavos del castillo estarían libres. Pero sus padres ya reiteradas veces solo habían empeorado las condiciones de vida de ellos por un intento de ayuda de ella. Pese a ser la princesa no tenía mucho poder, y estaba segura que cuando fuera Reina sería igual

Solo podía intentar mejorar su vida. Al menos no le faltaba la comida? Y había logrado conseguir que le dieran baldes con agua y jabón cada día para que al menos estuviese limpió.

Entró despacio a las celdas, no tenía permitido estar aquí. Para su suerte con un par de joyas cada semana los guardia hacían la vista gorda. Encontró la celda que buscaba, suspiro y la abrió. Al otro lado, en una cama no muy cómoda a la vista se encontraba un chico Castaño, de ojos verdes y cabello Largo. Era alto y de tez un poco morena

Eren- Llamo ella a su nombre. El aludido en seguida se dió vuelta y la miro con una sonrisa- Mikasa- Hablo alegre al ver a la chica. Camino un poco hasta ella para saludarla- Me alegra que estés aquí. ¿Que tal te ha ido?- Mikasa no quería responder, frecuentemente disfrazaba sus problemas frente a el para que no se preocupara- Todo bien. ¿Que hay de ti?... ¿Si te han tratado bien?- Eren hizo una mueca- Bueno. Es como siempre, los guardias van y vienen. Un par de insultos y ya. En general todo va bien- Ella suspiro, siempre estaba aterrada en que los guardias se sobre pasarán con el y los demás. Al menos eso era un alivio

El noto la ya frecuente caja de comida que ella traía a escondidas- Sabes que no es necesario que me traigas eso. Pueden encontrarte, no es necesario- Ella negó- Claro que no. Si hay algo que pueda hacer para ayudarte lo haré- Se rindió y volvió a su lugar. Se sentó resignado de nunca poderla hacer cambiar de parecer- No la tomaré- Dijo firmé. Ella fue en su dirección y se sentó frente a él- Come. Ahora. Además siempre terminas cediendo- Resignado nuevamente accedió- Solo con la condición de que comas conmigo- Ella frunció el ceño- No. Es tu comida no mía, además yo ya he comido- Ahora fue el quien frunció el ceño- Si no lo haces no comeré una sola cosa que hay ahí- Mikasa lo miro, el abrió la caja y saco una hogaza de pan, la partió al medio y se la dió- Vamos... Además me gustaría comer contigo- Un Pequeño rubor apareció en su rostro por decir eso. Mikasa dió una pequeña sonrisa. Le gustó que dijera éso

Eremika One-Shots 💝💌💞Where stories live. Discover now