BLANK SPACE ━━━━━━ the crown

III

—Te pido por favor que te retires de nuestro círculo familiar, no estamos en condiciones de empezar una disputa.

—Como guste, madame —acentuó el título e hizo una exagerada reverencia antes de caminar hacia su madre con una sonrisa de suficiencia.

Voltee al sentir sobre mi una pesada mirada, la reina madre me veía con la misma sonrisa con la que había recibido a su hija, asintió hacia nosotros flaqueando la comisura de los labios para después mirarme de nuevo directamente y sonreír con más gracia.

—Ésta familia no me da ninguna buena espina —comentó Lucien mientras aquellas mujeres salían.

—Hay que ser una perra y mostrar los dientes lo suficiente como para prevalecer entre el rango más alto, para tener el control... pero hay que hacerlo con determinación y no esconder la cola a la primera amenaza que se enfrente.

—¿A qué te refieres, auntie?

—Margaret Windsor puede ser una total perra si se lo propone, pero jamás dejará de esconder la cabeza mientras su madre y hermana sigan con vida.

Asentí a sus palabras sin saber mucho sobre el carácter o personalidad de la princesa, pero estaba convencida de que cualquier familia podía ser realmente peligrosa si se le amenazaba a un miembro valioso, sin excepción de etnia, raza, conexión y/o posición social.

—Lucile —Charles saludó con pesar—. Tiempo sin vernos.

—Dos años exactos. Si no mal recuerdo, llegabas a casa de los Spencer, ¿aún sigues detrás de Sarah?

—¿Vas a dejar pasarlo alguna vez? —preguntó incómodo.

—Para nada. Sigo diciendo que son demasiado buenos para ti.

—No iré a casarme con ella.

—Oh, claro, porque para nada estás buscando una esposa de entre todas las mujeres del país.

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—Sarah —Charles se encontraba en la habitación contigua al teléfono.

Había salido en búsqueda de una pequeña copa de vino tanto para mi como para Lucien y mi tía, al regresar me extrañé al ver a todos en el más cómodo ambiente pero con una notoria ausencia. Philip, el duque de Edimburgo y príncipe consorte, me había hecho una seña indicándome su paradero.

—Primero lo primero. Lamentablemente, no podré ir a tu boda. Pero mis felicitaciones para ti y para.. Neil.

Caminé un poco más cerca del marco que contenía una inexistente puerta pero aún conservaba la forma. Tenía la intención de acercarme hasta él y comenzar una conversación sobre cualquier tema hasta volverla amena y tolerable para ambos, pero me detuve al escuchar el nombre de la Spencer.

—Ahora, tu hermana, Diana... Háblame de ella.

Confundida me pegué con cautela al marco, con la cabeza sobresaliente y la oreja derecha directa hacia su persona tratando de escuchar con más claridad la conversación. No me consideraba alguien que vivía de los chismes, pero prefería el término: "informada" o inclusive "comunicativa", tal y como lo eran las mujeres del servicio, aquí, en Francia y en el mundo entero.

—Todo —dijo después de unos momentos de silencio—. Tal vez sí.

Continué escuchando sin importarme que Charles pudiera descubrirme o alguno de los presentes cayera en cuenta de que lo estaba haciendo era espiar y escuchar una conversación ajena.

—¿Es maestra? —siguió interrogando y escuchando poco interesado—. Un poco más... ¿Es divertida?

Ya sin intención alguna de seguirme ocultando caminé hasta estar cerca del escritorio en donde el teléfono alámbrico se encontraba.

—¿En serio? ¿Y qué hay de su personalidad?

Toqué la punta de la mesa con las yemas de mis dedos asustando en el acto al príncipe de Gales; quien dió un pequeño salto en su lugar casi haciendo caer el auricular cerca de su oreja. Asentí en una demasiada corta reverencia hacia él y tracé todo el borde del escritorio con los dedos en una lenta y tediosa caminata.

—No. Me has intrigado —pausó para pensar en sus próximas palabras—. ¿Te importaría si la invito a salir?

Paré en seco ante su pregunta, lo miré alarmada y confundida, tal confesión me había dejado sin aliento, por lo que podía imaginarme a Sarah Spencer en una situación peor que la mía. Recibí una mirada significativa que me hizo girar hacia otro lado en búsqueda de una distracción.

—¿Te molestaría? —volvió a preguntar—. No. Que sea una sorpresa

—Vaya que sorpresa para todos —susurré moviendo entre mis manos una figura decorativa de un soldadito.

—Necesitaré su número de teléfono —esperó por una respuesta hasta que tomó un bolígrafo y comenzó a escribir—. Gracias.

—Así que... no funcionó con la primera, iré por la hermana —lo miré con ambas cejas alzadas—. Claro, había olvidado esa táctica.

—No sabes alzar una sola ceja —se burló cambiando de tema—. Diana es diferente a... cualquier otra chica que hasta ahora haya conocido. Me intriga.

—¿Vas a llamarla?

—La invitaré a salir formalmente, creo que —se giró hacia su familia detrás de él—, creo que he terminado la gran búsqueda.

Reí ante su burla por mi broma en el funeral. Tenía que admitir que me sorprendía el hecho de que finalmente se había tomado el matrimonio en serio y haya decidido casarse con la primera buena chica que encontró a la vista.

—"Es mejor saber tan poco como sea posible de los defectos de la persona con la que estás a punto de pasar tu vida."

Sonreí una última vez y salí de la habitación en dirección a mi unida familia de dos. Afortunada será la mujer que se case con tal hombre, pero desdichada será ella al enterarse que su amor no es correspondido... tan solo esperaba que ambos llegáramos a encontrar la felicidad que tanto hemos estado buscando.

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Anywaysss, esta es la primera vez que hago una nota de autora...

Quería agradecer infinitamente el apoyo que está recibiendo la historia, jamás pensé que fuera a ser tan bien recibida y mucho menos que gustara tanto. Le estoy poniendo mi mayor esfuerzo puesto que es una serie que a mi parecer es un tema serio a tratar y es una de mis favoritas; además de andar enamorada de Josh O'Connor.

Déjenme saber qué les parece la historia en general ;)

¿Qué piensan sobre la relación entre Charles y Lucile ahora que se están "re-conectando"?

¿Hará bien la reina madre en intentar juntarlos?

Lo averiguaremos.

¡Y de nuevo, mil gracias! 💜