Capítulo 5 | Lauren

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-Lauren-




El sabor amargo de la cerveza invade mi garganta mientras doy un trago largo. Estoy sentada en el sillón de mi departamento mirando una mala película de horror. He tenido una semana de la mierda; y para colmo de mis males, no voy a pelear hoy.

Dave, el chico con el que comparto la renta, se deja caer a mi lado y toma una cerveza.

—Vas a pagar por eso —digo sin mirarlo.

Se encoje de hombros.

—Me importa una mierda. Me voy a poner tan borracho, que podrás sacarme cuánto dinero desees —abre la lata y toma un trago antes de agregar—: Cuando estabas en la ducha vino esa amiga tuya; la de el cabello rubio rizado, ¿cómo se llama?...

—Dinah  —digo. Ha estado buscándome toda la semana, pero no he querido hablar con ella. Me siento traicionada. Ella sabía que Camila estaría en el bar. Ella la llevó. ¿Qué demonios pretendía al llevarla?...

He pasado toda la jodida semana al pendiente de quién me rodea. Soy consciente de que he buscado a Camila con la mirada en todos los pasillos de la universidad. Soy patética.

—Ella —Dave asiente y hace una mueca graciosa—. Era ella.

Terminó con Alice hace unas semanas y el pobre diablo no sabe qué hacer con su vida. Es extraño convivir con él. Estaba acostumbrada a tener el departamento para mí sola y verlo sólo de vez en cuando.

— ¿Qué le dijiste? —digo, tras un silencio extraño.

—Que no estabas. Eso me dijiste que le dijera, ¿no?

Asiento y bebo otro trago de cerveza.

— ¿Vas a pelear ésta noche? —pregunta.

—No —hago una mueca—. El idiota de Josh se irá a la playa con su novia y no confía en nadie para abrir el bar.

— ¿Quieres ir a una fiesta? —me da un codazo—, la casa Alfa está ofreciendo una fiesta de bienvenida.

— ¿Conoces a alguien de la casa Alfa? —alzo mis cejas con incredulidad.

—No —sonríe—, pero estoy seguro de que tú sí.

Ruedo los ojos al cielo y niego con la cabeza; sin embargo, la idea de ir a una fiesta no suena tan descabellada.

—De acuerdo —digo, finalmente—. Vamos a esa fiesta.

Dave se pone de pie rápidamente y bebe su cerveza de un trago antes de correr al baño a ducharse. Espero a que él salga para ducharme de nuevo y vestirme. Me pongo una chaqueta de cuero  negro antes de salir del departamento detrás de Dave. Nos subimos a mi coche y conduzco las ridículas seis calles que separan nuestro departamento del campus.

No es difícil dar con la casa Alfa. La música retumba en todos lados, así que sólo necesitamos seguirla.

Aparco a varias calles de distancia y nos encaminamos dentro de la casa principal. El lugar está atestado de gente y la música electrónica zumba con intensidad. Cuerpos sudorosos bailan a pocos metros de distancia y hay concurso de bebidas en la cocina.

— ¡Lauren! —grita alguien, y me giro justo a tiempo para atrapar a una chica morena de cabello corto hasta la mandíbula entre mis brazos—, ¡viniste!, ¡no puedo creer que estés aquí!

Entonces, la recuerdo.  En algún momento de la semana me abordó para invitarme.

Se aparta de mí y me regala una sonrisa coqueta. Dave me mira con las cejas levantadas y le regalo una mirada asustada. La chica ni siquiera parece notar que no sé ni su nombre. Toma mi mano y tira de mí hacia la cocina para darme una cerveza. Dave toma una por su cuenta y da un trago largo.

SálvameDonde viven las historias. Descúbrelo ahora