De ahí salen Juan Lopez, totalmente rojo, Lauren y su padre con la misma expresión seria.
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— vayan con cuidado.
— Si-si s-señor Jauregui. — tartamudea Juan Lopez. En un momento que sube a su camioneta
El padre de Lauren se ríe bajito y su hija le da un suave golpe en el brazo. Se hicieron gestos de camaradería burlándose del chico y finalmente volvieron a estar serios cuando este volteo buscando a Lauren con la mirada.
Yo por fin termine de pasar y me senté a esperar el autobús con tranquilidad.
Cuando llegué a mi escuela el lío estaba encendido. Obviamente todos vieron que Lauren bajó de la camioneta de Juan Lopez y claro está que esto llego a oídos de la Camila Celosa Cabello. Seguro, al igual que toda la escuela, creen que él se tomó la molestia de pasarla buscando a su casa, cuando en realidad solo paso la noche ahí.
A no espera… Eso es peor
Me rio de mi mismo y no me queda más opción que sumarme a la maraña de chismosos que estaban alrededor de esos tres formando su escandalo del día, si me movía poco a poco podría llegar al otro extremo e ir a mi casillero.
— pero solo la traje, tampoco es para que te pongas así.
— que no tengo porque ponerme así. — lo remeda — ¡me dijiste que hoy no iba a venir y por eso no me podías recoger! ¡Y cuando vengo a ver la traes a ella y tu pareces un indigente!
Efectivamente, ese día Juan Lopez estaba de lo peor de sí mismo, llevaba una franela negra con el estampado de Guns And Rose todo deteriorado, un jogger que le queda un poco flojo y el cabello aplastado, no se había dado sus dos horas frente al espejo para tener sus chinos estratégicamente colocados como ya tenía acostumbrada a la escuela.
Claro que eso no significa que no se vea caliente. El look descuidado le quedaba muy, muy bien.
Admito que le di más de una vista cuando pase por la casa Jauregui.
— bueno, tampoco es que se vea tan mal — se mete Jauregui. No la conozco pero sé que lo dijo con la única razón de molestar— se ve incluso más guapo así. — mira a Juan Lopez y este le regresa una sonrisa ladeada.
— a ver, perra. Deja de piropear a mi novio — se acerca con todas las ganas de golpearla.
— pero si a él le gusta que yo lo haga. — se burla.
— ok, ok, eso es todo. Amor mio de mi vida. Camilita de mi corazón — Juan Lopez se pone en medio de las dos y mete a Camila entre sus brazos.
