Desenlace.
Ya no quise escuchar más y me levanté a buscar asiento en otro lugar bien lejos de camioneta de Juan Lopez, al llegar la noche si pude sonreír con orgullo al ver que Lauren si lo había rechazado y no sería de las típicas protagonistas que se olvidan de su dignidad por una sonrisita.
[no en este, almenos]
Paso mi brazo por mi frente sudada, mañana vendría de la escuela con Melanie para terminar el proyecto y tenía el cuarto hecho un desastre.
Veo por la ventana a la habitación de Lauren y esta estaba sorprendentemente con la ventana abierta dejando entrar aire y bailando totalmente relajada alguna melodía que sonaba en sus auriculares, parecía feliz. Yo sólo niego con la cabeza y cierro mis cortinas.
Esa misma noche estaba yo tranquilo soñando que podía volar y lanzaba rayos por mis ojos cuando unas malditas voces me despertaron.
— estás borracho, maldito loco. — Lauren.
Mierda, ¿ahora que?
— solo dí la verdad, no me quieres y me largo. — era la voz de Juan López muy arrastrada.
— no te quiero, ya vete.
— mientes, yo sé que te gusto. Solo dame una oportunidad de enseñarte que no soy un imbécil.
— eres un imbécil por interrumpir mi sueño al venir ebrio.
¡Y el mio!
—¿que tengo que hacer para que sepas que me gustas de verdad? ¡TE DEDICO UNA CANCIÓN! Aaaaah, ¿cómo era? A si ¡Qué bonitos ojos tiene Debajo de esas dos cejas Debajo de esas dos cejas ¡Qué bonitos ojos tienes! — Comenzó a cantar el Juan Lopez
Esto es patético.
E imbécil también, su novia es mexicana y va y le canta un mariachi, borracho a otra.
— ¡ya! ¡Ya! Calla idiota. Está bien — lo interrumpe Lauren — vamos a hablar, pero deja de hacer ruido.
Yo solo me acomodo mejor en mi cama por que efectivamente Juan López dejo de joder. Vuelvo a caer dormido
Espero volver a soñar lo mismo…
No, no lo soñe. Maldije muchas veces a Juan Lopez en mi mente por eso mientras cepillaba mis dientes tratando de evitar que mis párpados se cierren.
Un desayuno hecho por amor por mi madre me volvió a alegrar el día y un abrazo de mi padre me dio fuerzas para ir al colegio pese al sueño.
¿Que? Mi familia me ama mucho, ustedes son los no deseados.
Sin embargo me detengo en la puerta de mi casa.
¿Por queeeeeeeee? — me quejo.
La camioneta de Juan Lopez seguía estacionada frente a la casa de Lauren y yo tenía que pasar por ahí para ir a la parada del autobús.
Ojalá que no salgan.
Voy a paso rápido, pero mientras termino de atravesar mi jardin y comienzo a pasar por la propiedad Jauregui se abre la puerta de la entrada.
