Monsterphilia

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Han pasado menos de 1 hora desde que ambas diosas del panteón griego, Hestia y Hefestos, salieron de la fiesta con relativa rapidez y discreción. Todo esto causado por un comentario que le dijo la primera a la pelirroja, que desde un principio sabía que podría causar esta reacción.

En este momento ambas cabezas de familia estaban sentadas en el despacho de la diosa de la herrería, está sentada detrás de su escritorio y Hestia se mantenía de piernas cruzadas en una silla frente a la otra diosa.

-Hestia, ¿Estas segura de lo que estás diciendo?- Pregunto Hefestos de forma seria mientras sostenía en sus manos una taza de té, la cual ya se había enfriado ya que no podía dejar de mirar a su amiga ni para beber.

La diosa de la familia no demoro en responder

-Hefestos, sé que puede ser difícil y admito que yo misma me he tratado de convencer para negarlo...- Comenzó Hestia con un suspiro mirando la taza en sus manos antes de ver a su amiga.-... Pero los demonios están regresando.

Hefestos finalmente bajo finalmente su taza dejándola de lado.

-Hestia, tu, al igual que yo estamos entre los dioses más antiguos que siguen vivos y sabes por culpa de quien.- Dijo la pelirroja seria.- Al igual que la razón de la creación de la torre de Babel.

-Mantener aprisionado a Satán.- Dijo Hestia de forma seria.- Si, no he olvidado los días de guerra.

Hefestos asintió solemne.

-Entre todos creamos esa torre para sellar a los demonios y tapar el agujero, la formación de la mazmorra fue algo que no previmos, pero aun así. Ganamos.- Hefestos intensifico la mirada con su amiga antes de relajarse por un momento y recordar esos días.- No quisiera ni pensar si es que alguno de ellos llegase a escapar.

Por un momento ella se estremeció.

-En especial...

-Hefestos.- Dijo Hestia en un tono serio que pocas veces usaba.

Ambas diosas se miraron sin apartar la mirada de la otra, justo antes de que la pelinegra hablara.

-Bell, mi hijo... Se ha fusionado con Amón.

Crack

La taza de té se resbalo de la mesa por culpa de la diosa que busco repentina ayuda para mantenerse de pie por la sorpresa, la fina creación de porcelana cayó al piso mientras se quebraba en muchos pedazos pequeños y el frio te empapaba el piso.

Hestia vio con algo de tristeza como su amiga comenzó a respirar erráticamente mientras que su ojo se abría con asombro y miedo. Ella incluso fue tan lejos como para acercarse y tomarla por los hombros aplicando un poco de presión.

-Estas bromeando.- Dijo Hefestos recobrando un poco la compostura.

-No bromearía con algo como eso.- Respondió seria.

-¿Tienes idea de lo que implica eso?- Pregunto la pelirroja.- ¿Cómo puedes estar segura de que es el mismo?

Hestia respondió sin vacilar convencida hasta la medula de la identidad de su hijo, y tal vez demasiado rápido para el gusto de Hefestos.

-Estoy segura de que es Bell.

-Estamos hablando de Amón, Hestia.- Reclamo la diosa de la herrería muy seria y con algo de veneno en sus palabras.- Estamos hablando de la razón por la cual quedan tan pocos dioses.

Amón, el guerrero más poderoso de la raza demoniaca. El ultimo Héroe del Infierno.

Un Asesino de Dioses.

¿Esta mal trabajar para una diosa si soy un Demonio?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora