Daniela salió de aquel aeropuerto pisando fuerte y rápido, sin querer levantar sospechas, trató de caminar lo más rápido posible hasta que cruzó las puertas que la separaban de las calles de Colombia, en las cuales corrió hasta que logró conseguir un taxi que la llevara al café a donde Carlos también se dirigía.
La castaña fue la primera en llegar, pidió un café y abrió un periódico que estaba justo sobre la mesa, en primera plana aparecía el rostro de Germán Calle con una pregunta encima: "¿Prófugo o desaparecido?" Según lo que la noticia decía, no había señales de nada, no había pistas que indicaran una cosa o la otra, era como si la mismísima tierra se hubiera abierto y lo hubiese tragado, sin rastros, sin evidencias que indiquen algo.
Aunque Daniela había perdido todo tipo de contacto con su padre y trataba de odiarlo, el no saber qué estaba pasando con él la desesperaba casi tanto como la desaparición de Poché.
La coincidencia de ambas desapariciones le daba mala espina, pensó en ello durante un buen rato, trató de montar puentes donde ambas desapariciones se conectaran. Temía que su padre haya secuestrado a María José y haya fingido su escape del hospital, pero ¿para qué haría eso? ¿qué ganaba Germán?
Tampoco podía entrarle la idea en la cabeza de que había sido María José quien le había hecho algo a Germán porque él desapareció unos días antes que la fuga de Poché se llevara a cabo.
Sacudió su cabeza sabiendo que no estaba llegando a nada, probablemente todo era una terrible coincidencia y quería tener fe en que todo iba a mejorar pronto, quería, pero realmente no podía.
Carlos fue quien logró sacarla del trance en el que se había metido dándole tantas vueltas al asunto. El hombre llegó, mostrándose tan desesperado como se veía Daniela, quien estaba sentada en aquel café, con una bebida sin tocar y un diario al cual no le estaba prestando atención.
—Daniela, ¿cómo estás?— preguntó antes de sentarse del otro lado de la mesa.
—Bien, ¿y usted?— respondió y cuestionó de forma automática.
—Siendo sinceros, no me encuentro muy bien— afirmó el hombre con una pequeña sonrisa que Daniela respondió con otra, dándole la razón —Cuando vi la noticia creí que tenía algo que ver con lo que está pasando con mi nieta— dijo Carlos señalando el periódico.
—Yo aún lo sigo pensando— confesó Daniela obteniendo toda la atención del hombre que la acompañaba en aquel café —Bueno… no he logrado llegar a algo coherente, por eso traté de dejar de pensar en ello, pero tengo el presentimiento que algo tienen que ver… y tengo miedo, tengo miedo de que mi padre le haga daño.
—Esperemos que ese no sea el caso— comentó Carlos —Supongo que si fuera así, es probable que Germán se comunicara contigo, ¿verdad?
—No lo sé, ¿deberíamos involucrar a la policía?— preguntó, desesperandose con cada minuto que pasaba, sintiéndose un poco más lejos de Poché con cada minuto que pasaban lejos.
Carlos negó muy seguro.
—Por ahora no, tratemos de encontrarla por nuestra cuenta, he estado hablando con Luisa, ella está haciendo un par de llamadas mientras viene para acá.
Mientras esperaban la llegada de la rubia, tomando una taza de café acompañada con tortas, Carlos preguntó por cómo estaban viviendo sus dos nietas, cómo iban sus estudios y cómo se estaban adaptando a la vida en Estados Unidos. Daniela le respondió muy contenta, sabiendo que el interés de Carlos le haría muy feliz a Poché. La castaña le contó con mucho orgullo que las dos hermanas Garzón lograron ingresar a la universidad en el caso de la mayor, y al colegio en el caso de Valentina. Carlos se mostró muy alegre por la noticia, y contó abiertamente lo mucho que se arrepentía de sus acciones contra María José.
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loop
FanfictionUsar las drogas para escapar de la realidad provoca que, cuando los efectos desaparecen, sea más duro volver a enfrentarse con el problema, creando un bucle de autodestrucción que parece imparable.
