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EL SENTIMIENTO

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Canción: Hold On — Chord Overstreet





—Has estado muy callado desde que llegaste —Levanté la cabeza y miré a papá, estaba muy tranquilo, creo que se debía mucho a los medicamentos que le estaban induciendo para calmar el dolor.

No era un secreto para nadie las razones por las que estábamos aquí, ni siquiera para él. Aunque permanecía relajado, algo dentro de él lo atormentaba. 

No sabía cómo tolerar la idea de querer quedarte durante más tiempo y no poder, no sé cómo hacía para despedirse si no quería irse. 

La noche anterior había sido de las más críticas en su vida, nadie pensó que él pasaría la noche y aquí estamos, a la mañana siguiente. Me las arreglé para que mamá y Dave se fueran a casa, después de todo mi hermano tenía un niño recién nacido y una esposa que cuidar, mamá no podía seguir aquí, teníamos que cuidar de su salud. Tenía mis responsabilidades, pero gracias a Anna ella me aseguró que no me preocupara por Robbie y aunque mi hijo no entendía por qué lo dejé solo, según lo que me dijo el pequeño le explicó que su tío Alec le había dicho que me tuve que escapar para una misión de superhéroes. Cosa que no es cierto, yo no puedo salvar a mi papá. 

—Estaba pensando en Robert —respondí. 

Él sonrió. 

—Mi muchachito valiente —murmuró. 

Traté de devolverle la sonrisa, pero no pude hacerlo, solo me salía una mueca con los labios. 

—Me preguntó por ti hace unos días —le dije—. Dice que extraña a su abue Dan. 

—A veces sí quisiera que ellos me miraran una última vez, pero mi orgullo no me lo permite. 

—Ellos son muy pequeños para entenderlo, solo quieren ver a su abuelo. 

—¿Puedes traerlo? 

Asentí de inmediato y me acerqué hasta donde estaba él. 

—Claro que sí, papá. Verás que todo estará bien, yo creo en los milagros y sé que te levantarás de esa cama ¿cierto? 

Los ojos de él se llenaron de lágrimas, al igual que los míos. 

—No, Elliot. Aceptarlo es la mejor opción, y créeme, yo lo acepté. 

Sentí un nudo en la garganta y me recargué en el incómodo colchón de la cama de hospital, había muchos cables a los que él estaba conectado. Las máquinas marcaban sus signos vitales y traté de no moverme mucho para no causar accidentes con la sonda que colgaba de la cama. 

—No sé cómo aceptarlo —Admitirlo no era fácil, no sé cómo me pedía que lo aceptara. 

Yo tenía demasiados recuerdos con él, era el hombre que me mostró la pasión por el lacrosse en la preparatoria, gracias a sus técnicas y enseñanzas pude convertirme en un buen jugador. Fue mi entrenador personal de deporte y vida.

—¿Recuerdas cuando Emma tuvo el accidente y me dijiste que no podías vivir sin tu otra mitad? 

—No me quieras terapear como a un niño, papá. 

Soltó una risa entre dientes. 

—Sí que lo recuerdas. Ese día estabas muy asustado porque tu hermana tendría una de las cirugías pero los pronósticos no eran los mejores. Yo... no aceptaba que mi hija se fuera, la prefería en este mundo sea como sea, pero era egoísta quitarle eso a Emma. Yo creía en los milagros y sin importar cómo yo solo la quería con el corazón latiendo. Más que nadie sabes lo que se siente. Viviste ese dolor, Elliot. Dejaste ir a Darien porque sabías que él no sería feliz, no era justo para él esa vida. El punto es... que esto que estoy sintiendo ya no es vida.

La chica de mis pesadillas [COMPLETA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora