Self Rejection - Jung Sungchan ✓

Capítulo 14

Jang mi se encontraba hablando con Shotaro en el patio del colegio mientras Sungchan hablaba unas cosas con el profesor de física.

La pelinegra estaba viendo hacia los árboles pensando en cosas que no tenían nada que ver con lo que estaba hablando con Shotaro. Sus pensamientos tenían nombre y apellido y ese era Jung Sungchan, tenía los sentimientos revueltos y estaba intentando armar el rompecabezas de pensamientos desordenados y contrarios que tenía en su mente.

—Me va a dejar hacer el examen mañana, pero hay un problema —dijo la causa de la maraña mental que tenía Jang mi llegando hacia sus dos amigos.

—¿Cuál? —preguntó el japonés ladeando su cabeza.

—No entiendo muy bien el tema y me va a ir mal.

—A mí me fue muy bien —dijo Jang mi dándole una linda sonrisa hacia el más alto.

—¿Me puedes ayudar? Por favor —dijo el castaño juntando las palmas de sus manos en modo de súplica.

—Está bien ¿Voy para tu casa? —inquirió con una tierna sonrisa que causó estragos en el más alto.

—Sí, gracias —habló con una pequeña sonrisa que en segundos derritió más el corazón de la pelinegra.

Al terminar las clases se fueron juntos hacia la casa del castaño. El camino tuvo un ambiente ameno con charlas de cosas triviales, divertidas y algunas un poco estúpidas. Eso siempre le gustaba a los dos, y más a Sungchan ya que Jang mi era más suelta que antes.

Al llegar a la casa se sentaron en la mesa del comedor para colocar los cuadernos y así Jang mi poder explicarle con mayor comodidad al más alto.

—¿Quieres comer? —preguntó Sungchan a la pelinegra que estaba leyendo el cuaderno para acordarse mejor del tema.

—Si claro, si quieres te ayudo a cocinar.

—Está bien —asintió con una sonrisa mientras se dirigían los dos hacia la cocina.

—No soy buena cocinando he de decir. Lo único que sé hacer bien es cortar los vegetales —habló la pelinegra con una sonrisa avergonzada.

—Yo de pequeño siempre cocinaba con mi mamá y a los doce me metieron en un curso de cocina y siempre me dicen que mi comida queda deliciosa. Así que se podría decir que soy bastante bueno cocinando. 

—A mí me metieron e un curso de dibujo, pero tampoco es que aprendí mucho. Lo único que he aprendido con clases a parte de las del colegio es a tocar el piano.

—¿En serio? —preguntó sorprendido mientras buscaba la carne en el refrigerador.

—Si, pero solo un poco, más o menos como tres canciones.

—Algo es algo.

Se pusieron a cocinar japchae a elección de Sungchan. Al terminar de almorzar Jang mi empezó a explicarle a Sungchan las cosas que no sabía o que no le quedaban de todo clara.

—Mejor aprendo a manejar y trabajo como conductor de autobús. Esto de estudiar es mucho para mí, aprender sobre lo que estás estudiando es avaricia —dijo obstinado empujando el cuaderno que estaba usando para resolver los ejercicios.

—Tú puedes, no ibas mal —dijo mientras revisaba lo que estaba haciendo el otro captando que en realidad estaba haciendo el ejercicio bien.

—¿En serio? —inquirió emocionado y la otra asintió con la cabeza.—¡Vamos! ¡Newton tiembla!... Trabajar como conductor de autobús queda descartado, por ahora.

Jang mi empezó a reírse por lo que dijo el otro.

¿Por qué perdería una amistad como la de Sungchan por sentimientos estúpidos? empezó a preguntarse mientras iba junto a Sungchan en dirección a su casa.

Y es que si Sungchan no le correspondía sus sentimientos probablemente perdería su amistad, y si por algún milagro de la luna Sungchan le correspondía sus sentimientos y terminaban en una relación si esta terminaba mal pasaría lo mismo y Jang mi tenía mucho miedo de que eso pasara porque eso significaba que volvería a estar sola y eso era lo que menos quería en ese momento.

Al final decidió no intentar nada más allá de una amistad con Sungchan para no perder al castaño.