Capitulo 11

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Sungchan ya se encontraba mejor en cuanto a temas de salud se refería. Aunque su comportamiento había cambiado un poco, ya no era tan radiante como antes, ya no tenía esa chispa brillante de emoción y alegría que caracterizaba al castaño. Y de eso Jang mí se había dado cuenta en poco tiempo.

—¡Sungchan! —llamó la pelinegra al más alto mientras veía como corría hacia ella luego de jugar fútbol en su clase de educación física.

—¿Qué pasó? —preguntó extrañado el antes mencionado.

—Solo quería preguntarte si podemos hablar a solas luego de clases.

—Oh, claro ¿Es algo importante?

—Depende de como lo veas —dijo dándole una sonrisa que en poco tiempo se convirtió en una mueca de dolor porque su cabeza fue golpeada por un balón de fútbol.

—¿Estás bien? —preguntó Sungchan con preocupación en su rostro mientras se colocaba de cuclillas e inclinaba su cabeza hacia un lado para ver a Jang mi que en ese momento estaba sentada y con la cabeza baja.

—Sí, no te preocupes. Ahorita se me pasa —habló ella mientras se acariciaba la zona de su cabeza golpeada.

—Espera un momento. Ya vuelvo.

Y Sungchan se fue corriendo rápidamente de ahí en camino a la enfermería. Llegó en menos de cinco minutos con una bolsa de gel frío y se la colocó rápidamente a Jang mi en su zona afectada.

—Gracias —dijo la pelinegra con una sonrisa al más alto.

La preocupación de Sungchan hacía que a Jang mi se sintiera buenamente extraña. Se sentía como si fuera el peluche favorito de un niño, una de sus mayores preocupaciones.

Al terminar las clases Sungchan y Jang mi decidieron irse a una plaza que estaba cerca de la escuela. Se sentaron en un banco de madera rojiza. El clima era un poco frío, ya se acercaba el invierno por eso hablan tantas hojas de color naranja y marrón en el suelo.

—¿De qué quieres hablar? —preguntó el castaño mientras miraba a la otra.

—Sungchan, te he notado muy extraño estos días ¿Te pasó algo? —inquirió preocupada.

—No, no me pasa nada —dijo nervioso con una sonrisa.

—¿En serio? te estás comportando extraño. Te siento raro. Me puedes decir que te pasa —habló compasiva y dulce.

Sungchan no quería ilusionarse otra vez con ella ya que pensaba que a ella le gustaba Shotaro y aunque ellos no fueran más que amigos eso le dolía.

—En serio no me pasa nada —dijo otra vez con un poco más de brusquedad en sus palabras.

—¿Y por qué actúas tan extraño?

—No lo sé, si lo supiera no tendría problemas en decírtelo, pero no lo sé. No sé nada de lo que me pasa, Jang mi —espetó rápidamente un poquito frustrado.

—Ya no te preocupes por eso, cuando lo sepas de verdad me lo puedes contar para ayudarte. No es bueno guardarse todo para uno mismo. Solo intenta no volverte más deprimido ¿Sí? —dijo calmada y cariñosamente regalándole una de sus mejores y más dulces sonrisas mientras con sus dos manos agarraba la mano derecha de Sungchan.

Ella solo quería que a él no le estuviera pasando nada y al intentar presionarlo y darse cuenta de que no le gustaba decidió ser más dulce.

El castaño tuvo un pequeño escalofrío ante el tacto de la pelinegra, no quería sentirse tan bien al estar a su lado, pero ella hacía que eso fuera una misión imposible para Sungchan.

—Está bien, si me pasa algo no dudaré en contártelo... Gracias —habló volviendo a su temperamento calmado como se encontraba normalmente y le sonrió a ella.

—Okey, ya me tengo que ir. —dijo apenada mientras cuidadosamente quitaba sus manos sobre la del castaño— Mi mamá me dijo que tenía que ayudarla con las compras hoy y más me vale llegar temprano.

—Si quieres te puedo acompañar —ofreció atentamente.

—Si no te es molestia —el otro negó con una sonrisa— Gracias.

Se fueron para la casa de ella, hablaron un poco en el camino. Sungchan todavía le faltaba esa chispa de emoción de antes, pero Jang mi sabía que en algún momento la iba a recuperar. Ella se iba a encargar de eso.

Self Rejection - Jung Sungchan ✓Where stories live. Discover now