Al otro día desperté temprano, como siempre, me duche y dejé que Jungkook durmiera un poco más.
Después de asearme volví para despertarlo. Se veía tan hermoso recostado en las almohadas.
Me senté a su lado y le besé la frente. Me parecía loco cómo habían cambiado las cosas entre él yo en tan poco tiempo.
—Despierta dormilón —y le besé una de sus mejillas.
Jungkook abrió los ojos y me sonrió, para luego estirarse perezoso.
—Que agradable manera de despertar.
Le hice cosquillas y él rió.
—¿Quieres que sea aún más agradable? —y le cerré un ojo coqueteando.
Jungkook me dio una palmada en el pecho para luego tomar mí cuello y acercar mis labios a los suyos.
Fue un beso profundo y sensual. Yo estaba completamente excitado y deslice un dedo desde sus labios hasta su pecho. Jungkook me dejaba hacer, excitado también.
—Quiero tocarte también, Jimin —. Y uniendo las palabras a la acción besó mi cuello para luego ir depositando más a lo largo de mi torso desnudo.
Estaba al límite de la cordura.
—¿Estás seguro de querer esto?
Él me miró confiado.
—Nunca, escucha esto, nunca he deseado algo tanto como esto.
No hicieron falta mas palabras, atrapé nuevamente su boca y lo besé entregándome por completo a ésta nueva experiencia para él y para mí.
Verlo amarme con total abandono e inocencia, me hizo amarlo de la manera más dulce que podía.
Yo había tenido sexo, pero con Jungkook estaba haciendo el amor.
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