C A P I T U L O 5

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El domingo me levanto temprano y le mando un mensaje a Gemma para saber si se encuentra en el pueblo. Al recibir su afirmación, quedamos en vernos en la casa de su madre, así que ahora me dirijo hacia allá. Cuando toco el timbre, Anne, me recibe con los brazos abiertos y a decir verdad, el gesto me hace sentir en casa, en seguida llega Gemma quien corre para repetir la acción de su madre.

— He traigo algo de pan — les digo colocando la bolsa de papel sobre la mesa

— No tenías por qué hacerlo cariño, pero te lo agradezco — Anne me dedica una sonrisa — El desayuno ya está listo, así que solo debemos acercar las cosas a la mesa — dicho esto, entre las tres ponemos los platos, cubiertos, las bandejas con comida y nos sentamos a comer

— Supongo que ya estás enterada del compromiso — dice Gemma

— Claro, hasta tuve que elegir el anillo — con mi mano indico que intento no tomarle tanta importancia al asunto pero Anne posa una mano en mi hombro y me mira compresiva

— Cariño, sabes que con nosotras estás en plena confianza, no tienes por qué ocultarnos nada

— ¿Tan obvia soy? — suspiro y entierro mi cara en mis manos — Niall habló conmigo y también está enterado. A este punto no me sorprendería si Harry también lo supiera

— Tranquila, es bastante torpe y estoy segura de que no sabe nada

— No le digas torpe a tu hermano — Anne regaña a su hija — Pero estoy con Gemma, tampoco creo que Harry sospeche algo — hace una pausa — Pero lo que yo no entiendo, es por qué nunca le confesaste tus sentimientos

— Nunca se habría fijado en mi — respondo después de haber pensado la respuesta — Para empezar, mi físico no concuerda con lo que a él le gusta. Harry solo se fija en rubias hermosas y yo solamente soy una simple castaña a la que solo ve como su hermana — hago una pausa — ¿Y Paige? — miro de manera afligida a las dos mujeres — No puedo competir con todo lo que es ella

— Es linda, claro — dice Anne — Pero si me dieras a elegir, preferiría a la hermosa castaña que está a mi lado y quiere como a nadie a mi hijo — me toma la mano — Tanto, que está dispuesta a sacrificar su felicidad

— Era obvio que en algún momento se crearía algún sentimiento por parte de alguno de ustedes — dice Gemma y enseguida suspira — Yo creo que deberías robarte al novio — sonríe y todas reímos

— ¿Lo secuestro justo el día de su boda? — bromeo

— Así es — afirma orgullosa

— Gemma, ¿acaso no viste cómo terminó Julia Roberts, en la boda de mi mejor amigo? — digo — No quiero terminar persiguiendo a Harry y después recibiendo una cacheta de Paige frente a un grupo de mujeres que no pararían de decirme zorra. Además, estamos en el siglo veintiuno — hago una pausa — No sería muy feminista de mi parte intentar quitarle el novio a una chica, por más linda o cruel que sea, eso no se hace. Ya no peleamos más por hombres

— No valen la pena — Anne toma de su té afirmando lo que he dicho — Pero entonces ¿Qué harás? — a su rostro vuelve la seriedad

— Me han hecho tantas veces esa pregunta, sin embargo, sigo sin tener otra respuesta más que seguir con mi vida como si nada de esto estuviera ocurriendo

— ¿Niall que opina de la situación? — pregunta Gemma

— Fue muy lindo — sonrío al recordar sus palabras — Me dijo que no debería quedarme sufriendo por esto, que me diera la oportunidad de seguir y concentrarme en mi misma

— Ese chico siempre sabe que decir — Anne sonríe con ternura — Pues si no es con Harry, que sea con Niall — me propone divertida

— Lo intentaré con él — me río. Ambas sabemos que por nada del mundo el irlandés dejaría su soltería

— Tal vez, necesitas un polvo casual

— ¡Gemma! — Anne vuelve a regañar de manera alarmada a su hija — ¿Acaso yo te enseñe que eso está bien?

— No, pero ya es algo normal mamá, digo, no es algo que se vea mal — ahora se gira hacia mi dirección — ¿Cuándo fue la última vez que te acostaste con alguien?

— No puedo creerlo — Anne suelta un bufido, pero, fingiendo indignación, me mira atenta esperando la respuesta

— No lo sé — pienso — Casi un año — respondo pensando en aquel chico que conocí en el viaje a España que hice con Charlotte

— ¡Es muchísimo, Isabella!

— Tampoco es que sea algo que necesite

— Pero tal vez no estaría mal conocer a alguien — interrumpe Anne y sigo sin entender porque la gente a mi alrededor está aferrada con que busque tener algo con alguien — Linda, te juro que no hay nada en el mundo que me haga más feliz que imaginarte con mi hijo — hace una pausa — Bueno, mis bebés me hacen feliz

— Gracias mamá

— No me refiero a ustedes Gemma, hablo de mis pequeños — señala a los gatos acurrucados en el sofá — Pero como decía, debes detenerte y pensar en cómo quieres vivir el día a día — toma mi mano nuevamente — Te adoro con todo mi corazón, pero llegó el momento de aceptar que Harry se casará con alguien más y por eso, ahora debemos trabajar en sanar este corazón tan grande que te caracteriza, Isa

.....

Aquí un nuevo capítulo, algo sencillo, pero que me era necesario escribir, porque ¿Quién no ama a Anne y a Gemma?

¿Alguna de ustedes ha ido a un concierto del Jarras? Yo no, se suponía que iba a asistir al que iba a ofrecer en CDMX el 3 de Octubre :( 

Gracias por todo el apoyo que han dado a este proyecto.

Te agradecería si me ayudas con tu voto y tu comentario
TPWK 

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