epílogo

1.1K 152 14
                                    


Las cajas donde estaban sus cosas estaban por la casa nueva. La mudanza había terminado, ahora debían empezar a acomodar sus cosas. Cada caja tenia un nombre, algunas cajas eran de cocina, otras para el baño, y así mismo con las demás.

Dos meses después de que se hayan casado se mudaron a una casa perfecta para ellas dos solamente, algo que habían decidido luego de la luna de miel.

Sana estaba desempacando una de las cajas donde habían puras carpetas con papeles.

Una carpeta le llamó la atención; era de color purpura y en un costado salía el nombre de su esposa además de un curso de básica siendo octavo básico. Abrió la carpeta y empezó a ver las hojas que había dentro, gran mayoría siendo guías de distintas materias.

Encontró una guía de orientación que tenia en grande un titulo que captó por completo su atención, sintiendo curiosidad al leer el llamativo título; "Para mi futura esposa".

Tzuyu había terminado de ordenar las cosas del baño, regresó al salón de la casa encontrándose con su esposa sentada en el suelo leyendo algo.— ¿Qué lees? —Preguntó curiosa. Se acercó a Sana y abrió como platos sus ojos al ver esa guía que había olvidado que existía, pero apenas leyó el título recordó todo lo que escribió, sintiendo vergüenza de inmediato.— ¡No leas eso! —Se abalanzó contra la castaña, intentando quitarle la guía a Sana, pero siendo complicado ya que la otra estaba estirando su brazo cada vez que se acercaba a la hoja.

Sana logro levantarse, intentando escapar de su esposa.

—¡Oye, dame eso! ¡Es mío! —dijo mientras corría detrás de Sana.

—Ahí dice que es para tu esposa, así que relativamente es mío. —en un movimiento rápido al llegar a la habitación que compartía con Tzuyu, con su brazo rodeó una parte de la cadera de la pelinegro haciendo que de una vuelta y caiga a la cama con ella encima. Besó el mohín que tenía su esposa, pareciéndole tierno ver la carita enfada de la menor.— Déjame leerlo, por favor... —Rogó sonriendo traviesa. No había alcanzado a leer ni la primera línea del párrafo.

La pelinegra se lo pensó un rato. Rendida hizo una mueca y asintió.— Pero con la condición de que adoptemos un perrito. —Sana asintió, aceptando.— Está bien, quítate de encima. —Dijo con un leve puchero. Sana se sentó en la cama, pronto rodeando con uno de sus brazos la cintura de Tzuyu que había posado su cabeza en el hombro ajeno.— Ten en cuenta que solo tenía trece años.

La castaña empezó a leer, comenzando por el primer párrafo; "Hey, futura esposa, aquí tienes algunas cosas que debes saber si quieres ser mi único amor..."

Con cada punto recordaba un momento que hayan pasado en aquella situación como la cita para celebrar su aniversario y donde le pidió matrimonio; O la vez donde Tzuyu había perdido la canción que debía entregar ese mismo día, recordó lo alterada que estaba, y como la tranquilizó.

—¿Y lo logré? —Preguntó burlona Sana. Tzuyu le miró confundida sin entender bien.— Las cosas que dice la carta. —Tzuyu hizo una mueca al sentir sus mejillas calientes rápidamente, sabía que estaba sonrojada.— Oh, vamos, dime. —pidió con un mohín.

Tzuyu bajó su mirada avergonzada, pero asintiendo.— S-Sí... —Dijo en un murmuro. Sana sonrió encantada.

—¿Qué dijiste? No logré escucharte. —Molestó.

—¡Que si! —exclamo Tzuyu a regañadientes, con las mejillas rojas como dos tomates.

—Ouh, ven aquí, amor. —dejó a un lado la carta, atrayendo con sus brazos a su esposa, empezando a repartir besos por las mejillas sonrojadas de esta. Tzuyu avergonzada ocultó su rostro en el hombro de Sana, abrazándola de igual forma.

Se quedaron así, disfrutando del calor corporal de la otra por varios minutos donde solo escuchaban sus respiraciones, pero no siendo incomodo el ambiente.

—Espero que cumplas con tu promesa.

—¿Uh? ¿Cual? —la pelinegra salió de su escondite frunciendo el ceño.

—¡El perrito! —claro, ahí recordó la condición que le había puesto su esposa para leer la carta.

—Por supuesto que lo haré, ¿Con quien crees que te casaste? —Tzuyu sonrió y le dio un beso en la barbilla. Siguieron abrazadas, quedándose dormidas poco a poco.

Todo este tiempo que Tzuyu llevaba junto con Sana, esta había logrado cada cosa que había escrito hace años atrás sin darse cuenta. Y aunque no lo diría aun en voz alta, sentía lo que sin pensarlo quiso desde niño; Su único amor. Su tan ansiada futura esposa ya estaba con ella, y eso sin duda hizo que sintiera las típicas mariposas en el estomago una vez más.




Fin ♡

-dear future wife ; satzu.Waar verhalen tot leven komen. Ontdek het nu