Capítulo 27- Conflictos

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Cuando estamos en el segundo piso, alguien vuelve a frenar el elevador. Savannah y Vyron. Estos suben y la rubia no duda en posarse al lado de Chad. Ruedo los ojos cuando en el tercer piso, nuevamente el elevador se detiene. Esta vez fue obra de uno de los guardias. El enamorado de Kate, Gave.

Mmmmm... que casualidad.

Durante el trayecto, que parece durar años, noto que la incomodidad en la que nos encontramos envuelve el ambiente. Literalmente, nadie dice nada mientras esperamos a llegar al dichoso piso de las habitaciones. Solo falta un piso y parece que los segundos no terminan.

Observo mi alrededor. Chad está entre las dos rubias del grupo. Savannah besa el cuello de él, provocando que se ría ya que el idiota tiene cosquillas en esa zona. Kim arruga la nariz como si su vida dependiera de ello. Max, quien le daba la espalda a ella, se da la vuelta y la encara. Le susurra algo en el oído que hace que ella asienta mordiéndose el labio. Chad se percató de ello y es muy malo ocultando su desagrado.

Por otro lado, Angus y Vyron se encuentran en una tremenda batalla de miradas. No tengo idea de en qué punto están esos dos pero es bastante obvio que se traen demasiada atracción sexual. Están pegados el uno al otro gracias al poco espacio del elevador y creo que por dicha razón, ambos tienen la polla encendida.

A mi izquierda, Kate juega con los botones de su camisa, desabrochándolos con una sonrisa ante los ojos de Gave. Este se lame los labios y puedo ver la frustración por la que está pasando en este momento. Mi amiga, disimuladamente, deja caer la liga de su cabello al suelo. Se da la vuelta para agacharse y así, rozar su culo con la entrepierna del guardia. Otro pene levantado en el puto elevador.

Claro que yo no me quedo atrás, ya que me pasa exactamente lo mismo con Jenna. Tengo su majestuoso culo frente a mí y solo puedo pensar en las formas que puedo embestirla con solo bajarle los pantalones color arena que lleva puesto. Ella tiene una forma tan particular para vestirse. Siempre lleva camisetas mangas largas, pantalones largos y ropa interior normal. Y con normal me refiero a nada de tangas y sostenes sin copas. No es de usar ropa provocativa, más bien, parece que solo utiliza prendas que cubran a toda costa su cuerpo.

No me voy a quejar, sinceramente prefiero que sea así. Imaginar a otros hombres mirarla de una forma asquerosa y morbosa me enloquece. Mi conciencia no puede con ello. Me gusta la idea de que su cuerpo solo sea descubierto por mí.

Coloco las manos en su cintura, su sonrisa se ensancha y gira su cuello para mirarme. Sus ojos brillan al verme. Sin poder evitarlo, me apodero de sus labios en un increíble beso francés sin importarme los presentes. Mis manos viajan por debajo de su camiseta hasta llegar a sus tetas. Acaricio sus pezones erectos con mis dedos deseando poder verlos y hacer lo que quiera con ellos. Su aroma es adictivo, tanto que tranquilamente podría vivir con él si se tratara del aire que necesito para respirar.

Gruño cuando escucho la campana del elevador, la cual anuncia que llegamos al piso deseado. Todo el mundo se recompone de lo que ha pasado en los últimos dos minutos para luego salir y adentrarnos al piso de las habitaciones.

Eso ha sido intenso.

Todos caminamos hacia la habitación más cercana, la cual es la de Chad. En el proceso, el guardia es obligado a ir a donde debe ir provocando una mueca triste en Kate. Vyron se va a hacer lo suyo. La única que ahora se mantiene con nosotros es Savannah. Se pega al rubio como chicle.

Max y Daniel comienzan a inspeccionar nuestras habitaciones tal como dijeron, en busca del registro. Sacuden nuestras cosas sin importarles un carajo que desordenen el lugar. Remueven cajones, armarios, baños y camas desesperados por esos papeles. Se siente cierta tensión cuando les toca el cuarto de la rubia. Pero no encuentran nada. Le aplaudo silenciosamente a Kim por haber creado un buen escondite.

Dollhouse (+18) I COMPLETA IDonde viven las historias. Descúbrelo ahora