El hijo de Zeus y ¿Medusa? (Harco)

Parte 5

— Te voy a atrapar. — Dijo felizmente Draco, corriendo tras su hijo.

El pequeño siguió corriendo y se escondió.

— Donde sea que estés te voy a encontrar. — Dijo Draco. El niño trató de contener su risa.

Draco escuchó un estruendo en la puerta de su templo. Se puso pálido.

— Donde sea que estés, Scorpius, por favor, no salgas. — Dijo desesperado. Cambió sus piernas por su gran cola plateada.

***

Harry había entrado al templo, pero en un momento cerró sus ojos, porque había visto una sombra pensando que era la dicha Medusa. Sin darse cuenta se estrelló contra una estatua y la tiró, así haciendo gran estruendo.

— Mierda — Dijo en un susurro. Cuando abrió los ojos estaba lleno de estatuas de hombres en la puerta de el templo, colocadas como si tratara de que nadie entrara.

Caminó hasta que no había más estatuas y se escondió detrás de una enorme roca. Sacó el espejo que había llevado para ver a través de él a Medusa.

Movió el espejo para todos los ángulos posibles, pero no la encontró.

Se levantó y caminó hasta colocarse detrás de un paredón, siguió sin verla y se escondió detrás de lo que parecía ser la base para una estatua.

Se sentó de espaldas a ella y espero a oír algún ruido. Pero nada.

Luego de unos minutos, sintió como una serpiente azul mar se subía a él por su brazo para luego enroscarse en él y pasar a su torso, para luego volver a su brazo. Parecía estar jugueteando.

— Hola, pequeña. — Dijo en un susurro y luego acarició suavemente su cabecita. La serpiente parecía haberse acercado más a su toque.

La serpiente volvió a su torso para luego colocarse en su regazo.

Harry la levantó entre sus manos para querer quitarla y no hacerle daño, pero entre sus manos ya no había una serpiente de casi un metro, sino, un niño pequeño.