Capítulo 5

337 31 0
                                    

Poe se encontraba haciendo guardia delante de la puerta de la habitación de Elizabeth. Esa noche iba a acompañarla a una fiesta organizada por el senado.

La fiesta era la cena de finalización de las audiencias del senado galáctico. Un evento elegante donde los políticos finalizaban de discutir mientras cenaban. Esa era la modesta opinión de Poe, en el fondo él no era más que un piloto rebelde. Su entendimiento no podía dar para más.

Pero para Elizabeth significaba mucho más, podía hablar cara a cara con los jefes del senado y conseguir tener una audiencia para ser readmitida en el senado.

La puerta de la habitación se abrió y Elizabeth se asomó.

- Poe, ¿podrías ayudarme?

- Claro, princesa.

Poe entró a la habitación. Elizabeth se dió la vuelta, y le mostró la cremallera de su vestido desabrochada.

- ¿Puedes? - le preguntó señalando la cremallera.

- Claro -dijo Poe.

Una vez terminó, Elizabeth se dió la vuelta. Se miraron, los ojos de Elizabeth estaban en los de Poe, y los de Poe en los de Elizabeth. Estaban expectantes, Elizabeth se fue acercando poco a poco. Entonces la puerta sonó, y Cassian entró por ella.

- Elizabeth, ¿estás lista?

- Claro.

Se agarró al brazo de Cassian, y salieron ambos juntos. Poe les siguió por detrás, ambos siguieron pensando en lo sucedido durante un tiempo. Más tarde, el tema fue ignorado por ambos.

(...)

Cassian y Elizabeth se encontraban en el patio de la estancia de la reunión, estaban tomando unas copas de champagne mientras miraban el paisaje.

- ¿No se como lo haces? -dijo él.

- ¿El que?

- Estar siempre feliz, con ganas de hacer cosas. Carismática y con fuerza. Los políticos creo que quitan la energia a cualquier cosa.

- Yo también soy política -dijo riéndose.

- Tu eres la excepción. La das, no la quitas.

- Tu también eres como un político, estás en esta reunión.

- Yo soy representante militar, fuerzas armadas y todo eso.

- Lo nuestro tiene toda la pinta de no funcionar, pero funciona- dijo Elizabeth sonriendo.

Cassian hizo un silencio breve.

- Estás bellísima.

Se acercó poco a poco, y luego le susurró:

- ¿Quieres bailar?

- Claro.

La llevó entre la gente hasta una esquina de la pista de baile. Sus manos unidas, la de él en su cintura y la de ella en el hombro de él. Se movían al tiempo de la música, poco a poco, sin ganas de volver a la cruda realidad. A una democracia que caía poco a poco, y a unos hogares destrozados.

- Uff... Está bien desmarcarse de las escoltas. ¿No crees? Dameron hace su trabajo como ninguno.

- Es bueno en su trabajo, si.

- ¿Estás saliendo con él?

- No. Es mi escolta -dijo cortante.

- Tampoco hay porque enfadarse. Solo era una pregunta -dijo riendo.

Y tenía razón, no había porque enfadarse. Solo era una pregunta.

Bright Stars - Poe DameronWhere stories live. Discover now