Our Fault.¹ |Kang Taehyun|

7.

Alzó la vista dirigiéndola al rubio sonriente.

“No puedo creer que esté aquí.”

Se levantó extendiendo su mano, la cual el aceptó estrechandola suavemente.

—Hola Myun Hee.

—Hola Taehyun. —Asintió un poco nerviosa sin romper el contacto visual. —Yo pensé que tardarías.

—No te dejaría esperando.—Sonrió tomando asiento frente suyo. —¿Haz pensado en que ordenar?

—Apenas llegué, veía las opciones. —La verdad ya sabía que pedir, solamente quería darse algo de tiempo para que el remolino en su estómago se disuelva pero viendo a Kang leer detenidamente el menú con ese aspecto sereno... la dejaba sin palabras.

“ ¿Como pudo volverse más hermoso? De por si lo era antes pero... Agh no logro explicarme.”

—Creo que pasta rosada, ¿quieres alguna bebida por mientras?

—¿Enserio vas a pagar?—Dijo juguetonamente haciéndola rodar los ojos para afirmarlo.— con agua estoy bien entonces.

—Okay.

Llamaron al mesero para anotar su orden y en un instante volvieron a estar completamente solos pero sin la excepción de hablar sobre que comer, ahora quedaba sacar un tema a flote y para Myun Hee no era el mejor.

Esta salida fue por un motivo y no para simplemente encontrarse con Taehyun, debía hacerlo de una vez por todas.

—Bueno.—Suspiró sin alzar el rostro.

—Si quieres podemos esperar, te ves muy nerviosa desde que llegué. — Taehyun se inclinó extendiendo su mano hasta la de ella palmeandola suavemente.—¿Por qué es eso?

—Taehyun se escuchará tonto pero quería disculparme por como te traté antes, fui muy inmadura y no me importó tu dolor.—Por fin lo miró a los ojos viendo confusión en ello, aún extrañado, asintió para dejarla hablar. —Se qué ya pasó un tiempo pero algo no me ha dejado tranquila ahora.

—¿Y que es?

—Desde hace un año he tenido sueños donde apareces. —Rió incómoda. —normalmente los tengo casi tres veces a la semana y son diferentes pero en todos yo me disculpaba.

—Ah...—Relamió sus labios. —Te sientes culpable y no puedes dormir. —Con la mano hizo el gesto "un poco" haciéndolo reír.—¿Es tan malo como para tener que hablarme luego de tres años?

—No sabes lo que es despertar con ese sentimiento, querer agarrar mi celular y llamarte para solucionarlo... Ahora puedo decir que entiendo tu dolor.

Frunció el ceño al no entender que decía.

—Luego de transferirme tuve novio por dos años... Al principio era amable pero luego comenzó a ser muy celoso, agresivo y buscaba discutir conmigo siempre. —Dijo molesta. —intentaba cambiar pero reemplazaba un defecto por otro y lo deje por que no lo soportaba, dos semanas después me escribió que tenía otra pareja y que a ella si la iba a tratar bien, no como a mí.