Él creía ser el último de su especie; ella pensaba que nunca encontraría alguien como ella... Y un día, después de una larga batalla, ahí estaban sus ojos. Por fin, nunca más estarían solos.
Terminada el 6 de abril 2021.
Es el año 3000. Nuestro querido planeta Tierra se ha convertido en algo diferente, y los humanos se han transformado para adaptarse. El cambio climático destruyó el mundo tal como lo conocemos, y la gente no tuvo más remedio que evolucionar, en cierto sentido.
La gente habita en aldeas y han vuelto a una vida más simple porque el planeta ya no tolera los abusos. Si los humanos se extravían, la Tierra se rebela.
En esta época, no hay abogados, ni tribunales, ni comisarías, ni industrias, ni contaminación. Si un hombre y una mujer desean unirse en matrimonio, el hombre simplemente invita a la mujer a su tienda frente a la comunidad. Si alguien es víctima de actos ilícitos, llevan la cuestión ante el sabio. Si alguien necesita un médico, hay un curandero en el pueblo que se preocupa por el bienestar de la gente, pues no existen hospitales.
La tecnología digital está ausente, todo fue destruido por la Madre Naturaleza. Los continentes están principalmente bajo el agua y solo unos pocos parches de tierra seca emergen aquí y allá de los océanos.
La gente vive en pequeños grupos dispersos por todas partes. Hay sistemas tribales que han ayudado a mantener el orden. Sin embargo, hay un grupo que no ha tiene un lugar, son piratas y malvivientes, que asaltan los mares y aterrorizan las tierras.
Durante siglos, dos grupos lucharon codo a codo para proteger a los aldeanos indefensos de los atacantes, los Rayos de Sol y las Luces de Luna. Los primeros estaban compuestos por combatientes varones que podían saltar alto y deslizarse hacia abajo, hombres que podían usar hábilmente cualquier arma; la segunda clase, formada por mujeres que desarrollaron la capacidad de pasar desapercibidas, podía camuflarse y mezclarse en cualquier entorno, casi convirtiéndose en otra cosa. Eran mujeres guerreras y cazadoras, similes a los hombres en su agilidad física, en el tiro con arco, las habilidades de equitación y las artes marciales.
Los Rayos de Sol y las Luces de Luna convivían y tenían descendencia juntos. Solían elegir a un compañero de vida y criar a sus descendientes para convertirlos en guerreros también.
Sin embargo, algo sucedió que estos poderosos guerreros un día desaparecieron, la leyenda dice que fue una hambruna o tal vez culpa de los saqueadores. Solo quedaba uno, HeDi, quien suponía que era el único luchador que quedaba, el último defensor de los inocentes, la única esperanza de que la humanidad sobreviviera y no fuera absorbida por una facción de criaturas depravadas y sin escrúpulos.
Un día, HeDi estaba luchando contra un grupo de asaltantes que intentaban robarle a una familia. El sonido sibilante de su espada mientras cortaba el aire, el olor a sudor, sangre y miedo estaban por todas partes...
Al golpear al último enemigo, escuchó un ruido proveniente del bosque y se dio la vuelta hacia los árboles. Las hojas se movían, pero no había viento. ¿Era ella otra vez?
Sí. Ahí estaba. Esta vez la mujer se detuvo y lo miró con un resplandor profundo y escrutador.
Desde que HeDi se cruzó con esos ojos por primera vez hace unos días, ha sido incapaz de borrar la imagen de su mente.
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Él dio unos pasos lentos en dirección del bosque, pero, en cuestión de segundos, la misteriosa figura se había ido de nuevo, como si hubiera desvanecido en el aire.
El guerrero desconcertado se quedó mirando a su alrededor, buscando a la enigmática mujer a la que no podía acercarse.
Durante un tiempo, cada vez que libraba una batalla, HeDi podía sentir esa presencia siguiendo sus movimientos, observándolo. Era perturbador e irritante saber que ella estaba allí, pero no lo dejaba acercarse.
Tal vez ella era realmente una enemiga. Quizás estaba estudiándolo para encontrar una debilidad y una manera de derrotarlo, porque, hasta el día de hoy, HeDi nunca ha perdido una batalla, y nadie ha entendido nunca cómo se recupera tan rápidamente de sus heridas para luchar otro día.
