A modelar (1)

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Ese día era una de esos insoportables donde la coriza me deja en cama. Donde todo me pica, la cara, la nariz, los ojos, hasta el pelo siento que me pica.

Y por más pastillas que tomo y también siestas, nada me la quita. Así que no queda de otra que soñar despierta. Creo que eso ayuda para que al día siguiente  esté como nueva.

Bueno, me acosté sintiéndome súper mal, y fue cuando salí de mi cuerpo,  ese cuerpo que se sentía horrible, lo dejó todo atrás. Me notaba aliviada, nada me molestaba  porque nada sentía. Miro hacia la ventana entre abierta y salgo por sus rendijas. Hago como que camino pero no hace falta porque soy capaz de elevarme hacia el cielo.

Así me elevo entre las hojas de los árboles y sigo subiendo. Veo desde arriba las casas que cada vez se hacen más pequeñas, hasta llegar a las nubes, las que no soy capaz de sentir porque soy como un espíritu, es mi cuerpo astral saliendo de mi cuerpo físico. Y así vuelo entre ellas, me deslizo, puedo ver el océano encantador, las tierras lejanas y llego hasta Canadá, comienzo a mirarlo todo, sus calles, la gente.

Llego a un barrio que parece residencial, y me da envida ver la buena vida que muchos se dan, la mayoría parecen saludables, bien vestidos, fanfarroneando su posición económica. También veo una joven como de 18 años, muy hermosa, de piel blanca, cabellos negros y de ojos azules como luceros. Llama mi atención no solo por su belleza sino por lo que está haciendo. Al parecer, se estaba drogando.

Ahora díganme. ¿Por qué una joven hermosa y sin problemas económicos se drogaría?
Bueno,  tenía curiosidad, entré en su cuerpo y fue cuando me vi, joven, sin dolores al menos, no puedo decir sana de alguien que se droga; y también rica. Mire en sus memorias y el problema eran las malas compañías, su insatisfacción por no ser multimillonaria, el que un idiota no la mirara porque miraba a muchas más, y el hecho de querer ser modelo famosa y no serlo.

Quizás para ella eso era la vida misma, pero para alguien como yo, ella era realmente muy afortunada. Quizás no era multimillonaria y no había logrado su sueño, aún, pero no era motivo para sufrir de esa manera. ¡Qué desperdicio de juventud! ¡Desperdicio de vida! Bueno, ya que ella no le importaba su vida, yo la disfrutaría en su lugar.

Me miré las manos blancas, delgadas y finas. Tenía unas manillas muy bonitas de oro y plata con pequeñas piedras. Las uñas pintadas de negro y cortas. Su ropa fina pero negra, no era mi estilo, lo único que me gustaba era su cabello negro como azabache. 
Tenía curiosidad por la casa y comencé a explorarla un poco, ya sabía cómo era realmente, estaba en su cabeza, pero igual me encanta verme y sentirme como si todo eso fuera mío, o al menos de mi familia.

Subí a “mi habitación”. ¡Qué onda! Era enorme, con un ventanal inmenso, que daba a un pequeño jardín, para subir a la cama tenía que subir por unas escaleras, como una barbacoa, pero elegante. Debajo de eso estaba un closet, que era para mí un cuarto. Frente a eso estaba lo que sería una oficina con su computadora y todo eso. Y seguidamente el baño privado.

Que miserable era, pobrecita. Tenía que drogarse porque no podía tener uno más grande, de oro y esas cosas, el baño tenía que ser de marfil y oro como la de no sé quién, un artista famoso o un árabe de Abu Dabi.

Subí a lo que sería mi cama, encendí mi plasma “gigante”  frente a ella que colgaba desde el techo, abrí un frise y  me llené un plato de frutas que aquí en Cuba jamás puedo comer porque apenas sí la venden en las tiendas (manzana, pera, melocotón..) y me acosté en mi cama imperial.

!Que ruin era su vida, que triste y solitaria. Qué horror, pobre joven, realmente su vida era tan terrible!….me burlaba de la pobrecita.

Bajé a su baño, y me miré en el espejo desnuda. Debo ser muy atrevida, pero ese era mi cuerpo ahora, así que por qué no. Me miré totalmente desnuda en un espejo de cuerpo entero, no era una belleza exactamente, era muy delgada, apenas si tenía senos, pero podía ser modelo perfectamente, así son la mayoría. Y después de llamarme hermosa, tocar mi rostro joven y terso de quinceañera prácticamente, me metí en mi tina de espuma con una fragancia espectacular y pasé horas comiendo y bebiendo, disfrutando de la vida que jamás tendría en mi casa verdadera.

Sueño AstralWhere stories live. Discover now