el caos por la noche

Comenzar desde el principio
                                    

—El pronóstico siempre se equivoca, Hazz. Si dice que hará tormenta, te puedes esperar el sol más espléndido de todos.

Ambos alfas se echaron a reír, todo muy suave para que nadie los escuche. Se volvieron a ver fijamente, y Harry sonreía con esos hoyuelos que el alfa ojiazul amaba tanto besar.

De forma lenta, tomó la mano de Harry sobre la mesa y acarició los dedos con su pulgar de forma disimulada.

—Extrañaba salir —dijo Louis, con su mirada puesta en sus manos unidas. Harry también posó su mirada allí, y sus feromonas se hicieron más suaves, felices.

—Yo también. —Harry miró a Louis y carraspeó un poco, volviendo a sonreír de forma avergonzada—. Gracias por todo, alfa.

Louis sonrió enormemente, mordiendo su labio cuando su sonrisa no era lo suficiente para expresar la felicidad que se le escapaba del cuerpo junto con unas feromonas relajadas. Ambos felices y avergonzados, porque el apodo alfa los envolvía en una burbuja mucho más íntima de la usual.

—Gracias a ti, mi alfa —respondió Louis, alzando el mentón para ocultar su vergüenza.

Ninguno de los dos alfas, con sus lobos aullando como idiotas y con sus radiantes sonrisas idiotas, se percataron de la puerta del bar siendo abierta.

Se quedaron en silencio un par de segundos más, sólo con el silencio y la tranquilidad de estar juntos. Hasta que todo se vio interrumpido por un fuerte golpe que hizo que ambos saltaran en su asiento.

Un alfa musculoso, colosal y de aspecto muy violento. No tenía pelo, solo una gruesa barba y unos ojos feroces. Su enorme puño estaba sobre la mesa de ambos alfas, y atrás suyo había un alfa y un beta igual de temibles.

—Ustedes son los maricones del periódico, ¿verdad? —El alfa de voz oscura miró las manos de Harry y Louis unidas y sonrió de forma macabra—. Sí... ya veo como los verdaderos alfas se han perdido. Nadie quiere a dos errores como ustedes en el mundo.

Harry y Louis se pararon al mismo tiempo de sus asientos, con las feromonas pesadas y aspecto igual de temible por más de ser ambos más bajos que ese alfa.

El beta y el alfa de atrás soltaron unas grotescas risas ante lo que su secuaz dijo. Louis tensó la mandíbula.

—Nadie va a tratar a Harry así —dijo Louis con calma, presionando sus puños.

—Ah, ¿sí? —se burló el alfa, soltando una risa—. ¿Y qué harás al respecto?

—Voy a destrozarte la cara —gruñó Harry de la nada, y alzó sus fuertes puños a la altura de su pecho con la furia saliendo de su cuerpo.

Pero antes de que alguien pudiera hacer algo, Louis miró a Harry y bajó los puños de éste. Ambos se miraron confundidos y el alfa ojiazul frunció el entrecejo.

—Déjame esto a mí, Harry.

—No —gruñó—. Quédate sentado. Yo me encargo.

—No. Yo pelearé, tú corre y ponte a salvo.

Harry se cruzó de brazos y giró su cuerpo hacia Louis, arqueando perfectamente una ceja.

—¿Disculpa? Tú no me dirás que hacer, maldito alfa testarudo.

—¿A mí me dices alfa testarudo? —preguntó Louis con incredulidad, y soltó una risa irónica—. No lo puedo creer. Déjame esto a mí, Harry.

—¡Yo te voy a proteger!

—¡Pero yo también te quiero proteger!

—Eres un maldito alfa de carácter insufrible.

—Bueno, sencillamente jódete mucho.

Óxido ✦ (alfa x alfa) [ls]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora