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Se levantaron a las 8 de la mañana y Jaemin sirvió comida a Nive, tomo sus pastillas y se fue a levantar a Jeno.

- Jen...- intento removerlo un poco- despierta, tengo hambre.

El peli blanco abrió los ojos y al encontrarse con la linda vista que tenía sonrió.

-Buenos días Nana- hace poco había adquirido ese apodo.

Se levantó también y le dió un poco de comer a Salem.

-¿Que es lo que quieres desayunar?- se sentó en su cama y trato de acomodar su cabello.

- Lo que sea esta bien- se sentó a un lado de Jeno pero para sacar unas cosas del interior de su mochila. Cepillo de dientes y pasta dental.

Los dos lavaron sus dientes, limpiaron su cara y Jae peino el un poco maltratado cabello de Jeno.

- No decolores tanto tu cabello, lo vas a maltratar más de lo que esta- intentaba desenredarlo con un poco se agua, por que la tarea era algo difícil.

- Prometo no hacerlo tan seguido- abulto sus labios formando un puchero- ¡AU!

-¿Te estire demaciado?- tenía un poco lastimar a Jeno.

-No, ella me mordió- miro hacía abajo encontrando a Nieve en los pies de Jeno- EL también puede ser mío- le reclamo al gato abrazando a Jaemin por la cintura.

Algún día le daría diabetes por la ternura que eran Jeno y Nieve peleandose por Jaemin.
Termino el cabello de Jeno y bajaron a la cocina, la imagen de Jeno en una pijama de ositos cocinando, era muy linda, muy bonita. Lo que no le gustaba era el sentimiento que esto le dejaba en su estómago.

-Americano sin leche ni azúcar para Jaemin y yo leche chocolatada- mostró dos tazas a la barra frente a Jaemin, Jeno no solía tomar café mientras Jaemin lo amaba, pero era muy malo para su salud, así que solo le permitieron tomarlo cada 3 días.

Encendió la televisión de la gran cocina y comieron waffles congelados que Jeno calentó en el horno de microondas. Ninguno sabía cocinar.

Alejate [ɴᴏᴍɪɴ]Where stories live. Discover now