Alejate [ɴᴏᴍɪɴ]

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Los horribles domingos, odiaba los domingos.

Se levantó a las 7 de la mañana sin ganas, a sabiendas de lo que tocaría hoy. Se baño sin ganas (le gustaba bañarse) y se puso ropa decente para su típica cita, y arreglo sus cosas. Medicinas, recetas, etc...

Se despidió de Nieve y bajo a la parada de autobuses a esperar ese azul que lo llevaba a fueras de la ciudad. Lo tomo y colocó sus audífonos para centrarse en la música que salía a través de estos, esperando su destino.

Observaba como los edificios, las casas y el movimiento se hacían cada vez más escasos, dando paso a los amplios campos de cosechas y área verde. 40 minutos después llegó a su parada en medio de la nada, se adentro por aquel bosque que conocía de memoria, donde los árboles tenían grabado su sufrimiento, como el de muchos más.

Llego a los pequeños juegos en los cuales alguna vez jugo en ellos. Se dirijio al gran edificio, más bien a ese lugar de torturas. Y se adentro a este.

Pasó por toda la red de seguridad que poseia ese edificio para llegar a la recepción y citar su estatus para darle paso a su cita semanal.

Le dieron paso a aquella puerta donde se encontraba Wendy, su doctora.

Pego 3 golpes despacios a la puerta para después darse paso al lugar.

-Buenos días Jaemin ¿cómo has estado?- ese tono alegré característico de ella resono en la habitación llena de cosas, cuadros, cama, un divan, sillas, jugetes, todo perfectamente ordenado.

- Igual que la semana pasada- tomo asiento frente a ella, dejando su mochila a un lado de el.

- ¿Haz tomado las pastillas?- anotaba cosas en esa libreta.

- A veces- le miró con desaprobación.

- Se que quieres acabar esto rápido. Así que hagamoslo bien - se incorporó bien en su asiento.

- Bueno, a un no logro entablar relación con alguien. Nieve se enfermo esta semana, saque un 100 en el examen de química. Relativamente bien mi semana, dentro de lo que cabe.

(...)

- ¿Alguien intento acercarse a ti?- Wendy conversaba con el.

- No, aún no. Pero ayer me tope con un chico, algo lindo diría yo, primero nos encontramos en la calle y después en el patinadero.-

-¿El patina?-

-No, solo me observo patinar, parecía a Jack Frost, tenía el cabello blanco-

(...)