• V E R S I Ó N O M E G A V E R S E • JungKook: Humano. (20) TaeHyung: Gatito omega.(19)
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Ambos yacían en la grande cama dándose mimos debajo de las sábanas, mirando con ojos perezosos una serie que habían puesto pero ninguno le estaba prestando atención, pues estaban sumados entre ellos, en sus respiración, especialmente en ese ronroneo característico de TaeHyung que le había vibrar el pecho.
La serie era un tanto aburridora, con un chico que se obsesionaba de manera estupida de una chica que ni siquiera lo mira, haciendo hasta lo imposible por tenerla solo para él.
TaeHyung bostezó, enseñando sus tiernos colmillos ligeramente más largos. JungKook rió, tocando la punta de la naricita de su gatito provocándole una risita a este. Posterior a eso, JungKook acariciaba las mejillas y cintura de su pequeño chico.
En una escena de la serie, se escucharon gemidos y se lograba ver cómo el hombre le hacía un oral a la chica que se deshacía en jadeos.
TaeHyung abrió sus ojitos al sentir sus orejitas brincar de su cabeza y sus mejillas algo calientes. JungKook estaba casando de ver esas series malas que solo promocionaban un amor enfermizo y tóxico, suspiró quitando la serie para luego poner El Rey León, esperando a que esa escena no avergonzara a si lindo chico.
—Lo siento, Tae, tengo trabajo...— Anunció el mayor al revisar su celular que vibró anteriormente, viendo las caídas orejitas de TaeHyung y un puchero. — Perdón mi amor, más tarde nos terminaremos la película.
Su perfecto domingo de mimos, pereza y más mimos había sido arruinado por el trabajo de JungKook, quien tenía su laptop debajo de su brazo y salió de la habitación cerrando la puerta detrás suyo.
TaeHyung bufó con enojo, pataleando la cobija para retirársela.
Sus ojos se fijaron en el techo e inevitablemente el recuerdo de esa escena subida de tono que le provocó un rico escalofrío por su espina dorsal, arqueando un poco su espalda, dejando escapar un jadeo. TaeHyung no tardó en tapar su boca con algo de vergüenza.
Un bochorno le cubrió la anatomía completa, apretando sus labios para no dejar escapar otro jadeo.
Frotó sus piernas, retorciéndose en silencio sobre la cama, quedando boca abajo, moviendo sus caderas en círculos para frotarse contra las sábanas, pensando en lo increíble que sería que JungKook le hiciera un oral.
Colocó una almohada debajo de su pelvis, imitando falsas estocadas en estas para satisfacerse, dejando que su aliento chocara contra las sábanas y que sus manos apretujaran estas mismas.
Segundos después, de recobrar algo de sus sentidos, se alejó abruptamente de la cama, sintiendo su entradita humedecerse. Puso sus ojos en blanco, ahora quería que JungKook le follara hasta hacerlo desmayar.
