3* ¿Porqué?

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Hace un par de días lo habían enviado a otra misión, no fue larga, tampoco complicada; solo una pequeña distracción de los crecientes pesares e inseguridades existenciales.

Después de acabar con su trabajo y tener una nueva victoria, tenía que informar de los acontecimientos.

Llegó a la sede de la Port Mafia; y de inmediato se le ordenó reunirse con los líderes, pues una situación necesitaba de la  información de todo mafioso de alto rango.

En su ausencia, algo había sucedido y la gran mayoría estaban preocupados.

Se dirigió a la oficina de Mori Ōgai. Tocó con cautela cuando se encontró frente a la puerta y después de un "pasé" de parte de su jefe, decidió entrar. Ya habían varias personas conversando, entre ellas Hirotsu y Kouyo, quienes ya eran personas importantes para el pelirrojo y por obviedad se centraría en ellos.

Se colocó al lado de su mentora quien mantenía una expresión seria, aunque colocó una mano sobre su hombro forzando una sonrisa tierna hacia el menor. Buscaba tranquilizarlo, pero consiguió todo lo contrario.

Mori conversaba con los mayores, aunque pareciera ser más una discusión a la que Chuuya aún no lograba encontrar el hilo y la verdad tampoco estaba poniendo mucha atención, pues la mayor parte del tiempo observó todo el lugar buscando a Dazai... No estaba y eso confirmo que algo andaba mal.

En algún momento el jefe pidió a todos que se retiraran a excepción de Chuuya. Por supuesto que Kouyo se negó a salir y el asabache le permitió ese capricho. Aún así, el pelirrojo se sentía más nervioso e incómodo.

—Chuuya-kun, toma asiento por
favor— habló al fin el mayor mientras se sentaba en la silla detrás de su escritorio. Chuuya se acercó a una silla del otro lado del escritorio y se sentó como lo había pedido su jefe. Kouyo se mantuvo de pie al lado de Mori.

—¿Qué sucede?— pregunto el pelirrojo.

—Tenemos muy malas noticias, ¿Cierto kouyo-kun?— respondió el mayor dirigiendo su mirada a la mujer quien la evitó y no respondió, solo mantuvo la cabeza gacha. Mori soltó un suspiro pesado, no quería ser quien diera la información pero era evidente que la pelirrosa tampoco deseaba decir aquello, así que como jefe debía cumplir con su deber
—Dazai-kun dejó la mafia...—
Chuuya no comprendía a qué se refería, eso era evidente por su expresión, por lo que Mori continúo hablando —Hace unas horas, Dazai dejo su abrigo en donde vivía, tomo su pistola y se fue. No dijo nada, no dejó nada y no se llevó nada más...

—¿Q-que..? N-no, eso no es cierto— Chuuya se quería negar a escuchar lo que le decía el hombre frente a él y busco apoyo en su maestra, aunque la expresión de la mujer solo afirmaba lo que su jefe había dicho.

El pelirrojo sentía que el mundo se venía a bajo.

—En pocas palabras... Dazai Osamu ha traicionado a la Port Mafia — concluyó Kouyo.

Eso era suficiente, ¿Como se pudo atrever a traicionar a quienes le han cuidado?

¿Qué lo había llevado a tomar esa decisión?

¿Porqué dejo a la mafia que era como una familia?

No sabía que pensar y estaba realmente molesto, se sintió decepcionado y no logro escuchar lo que Mori y Kouyo tenían por decir. Se perdió en sus pensamientos.


.  .  .


Tras aquello no salió de su departamento por varios días. Entre vino y papeles vivió ese tiempo, tratando de entender el porqué. En cuanto creyó encontrarlo solo sufrió aún más, pero comprendía el sentir de Dazai.

Al fin se decidió por salir, fue al puerto y miró al mar, sus ojos rojos de tanto llorar, ojeras debajo de ellos demasiado notables, piel más pálida de lo normal y su cabello se veía opaco. No llevaba su sombrero, ni guantes, iba vestido casualmente.

Entre sus dedos sostenía una foto de él junto a Dazai... La única prueba de su relación.

La arrugó en su mano hasta volverla una bola y la lanzó al agua.

—¡MALDICIÓN, PORQUÉ DAZAI!— grito con voz quebrada sin importarle quién pudiera escucharle. Se dejó caer de rodillas y golpeó el suelo con su puño sin hacer uso de su habilidad, de inmediato sintió el dolor en sus nudillos— ¿Porqué te tengo que amar tanto? —continuo ahora con sollozos — Te quiero odiar y no puedo... ¿PORQUÉ?, Al menos explícamelo... P-por favor— no sé contuvo y de nuevo dejo salir sus lágrimas.

No notó en qué momento pero ahora estaba a su lado Kouyo, ella lo tomo entre sus brazos apretándolo fuerte contra su pecho.

—Soy un idiota— susurro el pelirrojo.

—No Chuuya... El si lo es— guardo silencio por unos segundos mientras acariciaba los cabellos naranjas con delicadeza —Estoy segura de que vas a encontrar a alguien más... Alguien mucho mejor que ese tipo— dijo con un poco de odio en su voz.

—No sé si quiero a alguien más...— respondió con sinceridad y Kouyo soltó un suspiro.

Lamento no haberte protegido del dolor...— dijo la fémina con tristeza.

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Perdonen el hecho de que estoy haciendo sufrir a Chuuya, pero yo también sufro con cada párrafo que escribo.
Escribí está historia con mis lágrimas...

Gracias a todos por leer

Etcétera {TachiChuu/soukoku}[song fic]Where stories live. Discover now