2* Un poco de nuestro calor

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Pocas eran las personas cercanas a Chuuya, pocos tenían el privilegio de conocerlo bien y solo una persona sabía sobre su relación con Dazai y como había terminado todo para ambos. Solo una mujer, amiga, maestra y consejera supo todo desde el principio. Ahora y como siempre lo apoyaba en su dolor.

Kouyo insistía en apoyar al pelirrojo pero él juraba que todo estaba bien; que el tiempo se encargaría de hacerle olvidar, aunque su realidad era completamente distinta; por más que pasaban los días, más extrañaba a Dazai.

Era horrible tener que trabajar con el sin poder tocarlo, abrazarlo y besarlo. Ya nada se podía hacer pero al parecer su corazón no quería entender, y su piel rogaba por su calor. ¿Hasta cuándo su mente dejaría de divagar por los momentos juntos?

No encontraba respuesta.

Estaba seguro de que haberse enamorado fue el peor error que pudo cometer, pero cómo no hacerlo si el castaño supo meterse en su pecho, en su mente y en sus sueños; solo a su lado podía actuar como un niño y sentirse humano. Y ahora eso ya no importaba... No debía importar

. . .


Uno de esos días -grises como siempre- regresaba de una misión encargada por Mori; nada del otro mundo solo tenía que atar algunos cabos sueltos que podrían actuar contra la mafia. Aunque era algo sencillo se sentía extrañamente cansado; tal vez debido al desgaste emocional de los últimos días.

Aún así se convencía de que lo único que le hacía olvidar el dolor era el trabajo y el alcohol; como el primero se había acabado decidió buscar lo segundo.

Caminaba despacio por las calles hasta que llegó a un lugar, un bar al cual nunca había entrado: "Lupín"...

No veía problema en probar algo nuevo, tal vez se podría distraer o quizá podría conocer a alguien con quién pasar el rato... Una noche.

Entró en el lugar y bajo por unas escaleras. Se detuvo al final de ellas y se quedó congelado.

Ahí estaba... Frente a la barra del bar.

Dazai tenía un vaso de whisky y jugaba con el hielo en el interior. Instintivamente Chuuya se trató de ocultar entre la oscuridad del rincón como sí estuviera haciendo algo indebido.

Quería acercarse pero no pudo, no cuando el castaño estaba junto a otros dos hombres. ¿Quienes eran?, Parecía haberlos visto antes aunque no sabía dónde.

Hubo uno que llamo más su atención... Aquel hombre alto y pelimarrón rojiso. Chuuya no tenía para que centrarse en él, pero la forma en la que su expareja lo veía mientras ambos sonreían y bromeaban, hacia que su pecho doliera ante los inminentes celos.
Repugnantes y tercos sentimientos que no hacían más que volverlo miserable.

Aún con esa sensación se quedó viendo por un momento, como queriendo hacerse entender de una vez. Después apartó la vista y de sus ojos volvieron a salir lágrimas, nada nuevo...

Salió del bar y emprendió su camino a su departamento. Después de todo era mejor beber en su hogar hasta que el alcohol lo hiciera olvidar, hasta que lo dejara inconsciente.

Tal vez no estaba tan bien como le aseguraba a kouyo.

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Besos ( ˘ ³˘)♥

Etcétera {TachiChuu/soukoku}[song fic]Hikayelerin yaşadığı yer. Şimdi keşfedin