9. Carta de Angelica a Eliza

14 5 0
                                    

Carta de Angelica Schuyler a Eliza Hamilton

Querida Eliza

Recién termino de leer tu carta he comenzado a escribirte. Esto es urgente. 

Agradezco que seas mi devota lectora de mis "aventuras" en Londres, ciertamente he procurado tenerte al tanto de mi vida luego de casarme con un hombre rico, pero debo admitir que hay algo que no te he contado, es algo que hasta la fecha no he podido asimilar enteramente, veo en esta carta la oportunidad para plasmar en tinta la experiencia más extraña que he tenido. Si me hubieses escrito antes sobre esto, habría hecho como señalaste, y procurado olvidar esos días... 

En primer lugar, respondo a tu petición de razonar lo irracional. Debo confesarte que nunca fue mi intención hacerte pasar por mentirosa, estoy segura de que tu crees que te tuve miedo por tu don, pero no es así, tampoco temía lo inexplicable en ese entonces ni tenía envidia de ustedes, lo que realmente me ocasionó un profundo terror, que me hizo negar lo que decías, fue algo que ni tu ni Peggy notaron entonces: el rostro asustado de nuestro queridísimo padre. Como bien recuerdas nos hizo jurar antes Dios, única vez que nos ha pedido semejante cosa, mantener el secreto.

Ahora que eres mayor podrás entenderlo mejor ¿Por qué haría algo así? Eso es lo que me pregunté entonces, y como a esa edad es habitual, imaginé muchas cosas, podría ser que éramos brujas o algo... Solo había una certeza, debíamos ocultarnos, nada sencillo dada nuestra reputación.

Hay algo extraño en nosotras, me dediqué un tiempo a seguir nuestro árbol genealógico ¿No es extraño que nuestra familia no tenga uno cuando es bien sabido que tenemos la suerte de ser de una familia distinguida? ¿Por qué el secreto de nuestra descendencia? ¿Cuál es el origen de nuestra sangre? ¿Tiene algo que ver con sus dones? Yo creo que sí, y de seguro nuestro padre también lo cree.

Respecto a nuestra querida hermanita lamento decir que desconozco su paradero, pero es necesario encontrarla para poder discutir sobre esto. Es verdad, aún no te he comunicado lo que te hará comprender la urgencia de la situación, es en verdad casi sacado de una novela fantástica, y créeme que lo investigué, he ido a la biblioteca buscando alguna respuesta y he encontrado algo que... Mejor te narro desde el principio, así será más fácil que me comprendas...

Era una noche tranquila y tuve que pasar a recoger un traje para mi esposo, hecho por un distinguido sastre, crucé por Widmore St, una calle solitaria pero que me ahorra una distancia considerable, y al final de la calle escuché el grito de una mujer que pedía socorro, me aproximé deprisa y había un hombre vestido como todo un caballero, sin serlo realmente, porque estaba sobre la pobre chica, el hombre y la victima estaban perfectamente vestidos, pero eso no significa que no fuera una agresión.

Me acerqué y le grité que la dejara en paz, como el estúpido no me hizo caso intenté apartarlo y noté que él tenía sangre en su boca, y pude distinguir que ella sangraba del cuello antes de que aquél hombre me arrojara con un solo brazo, me da la impresión de que me separé del suelo por algunos segundos y que consiguió lanzarme al menos dos metros, quizá abrían sido más de no haberme golpeado contra una pared. 

De pronto noté que el depravado se acercaba a mi, yo estaba aún en el suelo, mi collar de plata se había caído, lo tomé con la intención principal de ofrecérselo para que nos dejara a las dos, pero cuando lo tuve en mis manos inexplicablemente me surgió una idea, enrollé en collar sobre mi puño y cuando finalmente se acercó lo suficiente le di un puñetazo que lo hizo gritar como si se quemara su cara,  me pues de pie para perseguir al rufián quese daba al a fuga pero cuando di la vuelta en la esquina ya se había ido. 

La chica estaba en suelo y el sangrado se había detenido, el hospital quedaba lejos, así que como pude llevé a la desafortunada a mi casa. La puse sobre el sofá de la sala, y le limpié su herida, tenía dos orificios en el cuello, y estaba pálida por la hemorragia que tan extrañamente se había detenido. Decidí velar su sueño, asegurarme que durmiera tranquila. 

Recuerdo haber cerrado los ojos cansados, pero en lugar del negro había rojo. Abrí los ojos de nuevo y la habitación estaba de un color púrpura, di un vistazo por la ventana y la luna era tan roja como la sangre, a mis pies había un rio de vino tinto, y la chica frente a mi tenía en el cuello una rosa. El aroma era dulce pero una voz que provenía de la nada, aunque yo diría más bien que parecía provenir de todas partes, me preguntaba "¿Que eres?".

La chica entonces despertó, y sé que al mismo tiempo desperté yo. Se incorporó apresurada y preguntó

-¿Donde está?-
-Tranquila, ya no puede hacerte daño- le dije yo.
-Cállate- me dijo acompañado de un insulto que prefiero no detallar-¿Donde estás?- exclamó fuertemente.

Intente calmarla, le imploré que se recostara, pero se puso de pie nuevamente y con muchísima prisa, abrió la puerta y corrió descalza por la calle. Me aventuré a seguirla pero al igual que al asqueroso rufián ella también desapareció en la niebla...

Volví a casa y esa noche no pude conciliar el sueño, todo había sido tan irreal. Pasé las noches buscando en las calles a aquel caballero, y en los días de mercado a la señorita, pero no tuve éxito, los periódicos tampoco informaban de alguna noticia similar. Junté los datos en mi mente y me decidí a buscar en la biblioteca, no se realmente que pretendía encontrar, busqué sobre hemorragias y demás medicinas y encontré una mordida de serpiente, busqué entonces mordidas de animales y descubrí una especie chupasangre llamada murciélago "vampiro".

Era un callejón sin salida. Ni si quiera tenía idea de que es lo que estaba buscando. Entonces por pura casualidad fui a que me repararán mi collar de plata a la orfebrería, y encontré la pista mas valiosa hasta a ese momento. Había en el lugar un gran crucifijo de plata, con las puntas afiladas que llamó mi atención, cuando le pregunté al hombre que tan cortésmente me atendió dijo que era para los temerosos, un hombre le había encargado tiempo atrás aquella arma pero no volvió nunca.

-¿Arma?- le pregunté
-Si, ese era su propósito-
-¿Luchaba contra un demonio?- pregunté con burla
-Exactamente, contra un demonio- dijo con seriedad.

Un frío toque recorrió mi espalda, recordé que, en efecto, mi collar era de plata y le había hecho un inexplicable daño a un hombre con una fuerza sobrenatural. El crucifijo de plata ante mí resplandecía con la luminosidad de la verdad, no había duda de que fue diseñada con gran fe, ingenio, y por su puesto, miedo. No era ninguna broma, era una verdadera arma como lo eran los mosquetes de los soldados.

-¿Hace cuánto tiempo la fabricó?-
-Hace ya muchos años, yo era un jovencito, imagínese-
-La persona que le hizo el encargo ¿Dijo algo más?-
-Dijo que debía evitar que le succionará el alma-
-¿El alma?-
-A través de su sangre-

Yo estaba atónita, sin poder quitar de mi vista aquella obra sublime.

-¿Dijo que era para los temerosos?-
-Muchos creen que mujeres del infierno quieren seducirlos para chuparles la sangre. Cuentos de judíos-
-¿Era un judío?-
-De hecho, era un hombre cristiano, heterodoxo diría yo, pero los judíos han estado asustando a los pobres credulos con relatos de los descendientes de Caín y Lilith, la anterior a Eva ¡Que blasfemia! Usted parece una buena cristiana ¿Lee la biblia?-
-La he leído-
-Pues los protestantes y judíos crean pánico haciendo mal uso de la palabra de Dios, dicen que el día de la resurrección de los muertos no es después del apocalipsis sino que antes. ¿Puede creerlo? Y yo que pensé que la edad oscura se había terminado y está era la época de las luces-

El hombre reparó el broche de mi collar y yo le ofrecí cambiárselo por el crucifijo, lamentablemente el crucifijo además de ser realmente precioso estaba echo en su totalidad de plata pura, y resultaba ser demasiado caro, en el fondo creo que aquel hombre también tenía sus sospechas y prefería tener el arma.

Reanudé mi investigación bibliográfica, buscando en la cabala y recopilaciones de relatos folklórico del judaísmo, y no me sorprendió encontrar sobre el origen de Lilith, pero encontré un nombre peculiar en una historia, alguien se había referido a estos seres como vampiros.







HAMILBLOOD (Hamilton: La revolución de los vampiros)Where stories live. Discover now